A veces la aparición de ciertos personajes permite sacar conclusiones e inferir algunas imágenes de lo que es la realidad de la coalición de gobierno.
La guerra interior que Kirchner ha desatado sobre el gobierno que ella misma prohijó en mayo de 2019 no cesa y por algún motivo ha identificado a Martin Guzmán como la cabeza visible de los ataques.
Que se trata de un montaje coordinado, sistemático y rítmico sobre el negociador de la deuda lo puede advertir hasta un chico de cinco años: espadas de indudable cuna cristinista disparan al mismo tiempo sobre el ministro en la esperanza que eso esmerile el poder, el ánimo y hasta la salud del presidente.
Ayer Hebe de Bonafini salió a decir que quería trompear a Guzmán porque “vamos mal” y porque es un “ministro de los yankis” al tiempo que agradecía tener una “presidenta (sic) como Cristina (porque para nosotros es la presidenta) a la que queremos vitalicia”.
Por el lado del presidente, quien salió a poner la cara por él fue Luis D’Elia que pidió “dejar de sabotear” mientras insultaba a Kicillof por sus augurios funestos para el conurbano.
D’Elía también pidió que Fernández sea “el presidente de la economía popular”, algo así como proponer un horizonte visual de la Argentina simbolizado en la figura del cartonero. Ese el el perfil que D’Elia quiere que Fernández persiga: 45 millones de cirujas.
Que el peronismo gobernante mande a estos marginales a hablar por ellos es una muestra más de cómo está la Argentina.
El hijo de la vicepresidente también echó su mano de bleque al ministro de economía profundizando el alejamiento de Fernández que dejó en claro cuándo se firmó el acuerdo con el Fondo Monetario.
Mientras, el país está paralizado. La inflación sigue su ritmo hacia un mínimo de 80% anual (según las estimaciones de Domingo Cavallo), el gobierno sigue entregando espejitos de colores extorsivos (una nueva versión del “plan platita”) como el proyecto de ley para extender las licencias por maternidad y paternidad, creyendo que seguir por el mismo camino de aumentar los costos de producción del sector privado es lo que hay que hacer para generar más trabajo.
Los primeros funcionarios del Fondo Monetario están ya en Buenos Aires verificando las cuentas del primer trimestre. Esto es algo que viene a tirarle combustible a la llama cristino-camporista contra Fernández.
La idea de tener que tragarse una “inspección” sube la espuma de una raza de impunes que no quieren que los controlen.
El verso de la “soberanía” y de la “independencia de las decisiones” es solo eso: un verso. Lo que no quieren es que los vigilen, que los controlen a ellos. El país les importa un bledo. La misma discrecionalidad que pretenden para sí internamente es la que reclaman ante el Fondo con el disfraz de la soberanía.
Su desesperación para que el Fondo no controle es la misma que manifiestan frente a los jueces que indagan y frente a los periodistas que investigan.
Ellos no quieren rendirle cuentas a nadie porque para ellos el país es de su propiedad y el patrimonio nacional es el patrimonio de ellos.
Pese a que en la Argentina un año y medio parece ser una enormidad, no es tanto en términos políticos. Un dato cronológico del que no parece haberse dado cuenta la oposición o, al menos, parte de ella.
De otro modo no se explica cómo Gerardo Morales (cada día más peligroso) pudo haber dicho que en JxC no tienen un plan económico.
Me pregunto: ¿y qué hace Morales todos los días si aún no sabe lo que va a hacer si es gobierno? ¿Cuándo piensa ponerse a trabajar para diseñarlo? ¿O cuánto piensa demorar en reclamar que algún equipo de su espacio lo delinee?
La mediocridad de la dirigencia argentina, fruto de una educación peronista que la arruinó (aun en aquellos casos en que estemos frente a no-peronistas) es decididamente alarmante.
Habrá que echar mano a una Fe inquebrantable para no perder la esperanza de que este aquelarre pueda arreglarse.
Tato Bores, Enrique Pinti monologistas politicos q ya no estan entre nosotros
Se creian los dueños de la verdad otro
Q tiene infulas de Presidente es Baby
Etchecopar q estudio q merito tiene para
Creerse el dueño de la verdad yo ya no
Los escucho Raul Portal decia tiramerdis y como padezco ulcera no..