Por Luis Varela originalmente para El Economista
Después de 30 horas de debate, y con un promedio de 55% de votos a favor y 45% de votos en contra de cada uno de las leyes que se votaron (una proporción muy parecida al triunfo que tuvo el Presidente Milei en el balotaje), el Gobierno logró media sanción en Diputados para facultades delegadas, privatizaciones, reforma laboral y cambios en el régimen jubilatorio (entre otras cosas), en lo que se considera como el primer triunfo político del Ejecutivo en 132 días desde que se inició el actual mandato.
Al finalizar la jornada extenuante, los principales representantes del oficialismo (entre ellos el diputado José Luis Espert y el ministro del Interior Guillermo Francos) dijeron que esta votación en Diputados en un primer paso: “falta todavía que se vote en el Senado, por lo que en términos futbolísticos podríamos decir que vamos al entretiempo ganando 1 a 0, y ahora se viene la segunda parte”, donde la oposición tiene muchas más bancas y donde podrá ofrecer mayor resistencia que en la Cámara Baja.
Probablemente, comprendiendo que todavía falta la parte más difícil del trámite legislativo, el mercado financiero argentino tuvo una jornada sin grandes estruendos. “Sin dudas, por el resultado que se obtuvo en los precios del dólar, las acciones y los bonos, no podemos decir que se viera festejo alguno por este avance de la ley Bases, pero sí podemos concluir en que conseguimos una rueda de equilibrio en medio de mercados internacionales que sufrieron un verdadero martes negro”.
Efectivamente, a nivel local, el dólar blue cedió apenas, los dólares financieros libres siguieron sostenidos, los bonos bajaron apenas, el riesgo país tuvo un mínimo incremento, y donde siguieron las sonrisas fue en la Bolsa, pero nada destacado, y con las ADR argentinas en NY con actuación mixta, mientras Wall Street sufrió la peor jornada en mucho tiempo.
En realidad, los mercados mundiales anotaron en casi todas las variables precios colocados a la baja. Se conoció que los costos laborales norteamericanos aumentaron más de lo esperado en el primer trimestre, impulsados por la subida de los salarios. Eso refuerza las expectativas de que la Reserva Federal retrasará el inicio de su ciclo de relajación monetaria hasta más adelante en el año. Y eso trastocó todo.
Como consecuencia de eso, las tasas largas de EE.UU. volvieron a subir: se pagó 5,3% anual a 1 año de plazo, 4,7% a 5 años, 4,7% a 10 años y 4,8% a 30 años. Y con semejante premio, en el exterior el dólar subió 1,5% en Chile, 1,4% en Brasil, 1,1% en Japón, 0,7% en México, 0,6% contra le libra, 0,5% contra el euro y 0,1% en China.
En el mercado cambiario argentino, en cambio, los recios del dólar continuaron en virtual equilibrio. Con el dólar exportador a $ 955,44, el BCRA compró US$ 194 M en el mercado. Pero paro de aceiteros, retraso en la liquidación de exportaciones y pagos de deuda al FMI, al final del día el BCRA perdió nada menos que US$ 2.302 M. Por lo que todos y cada uno de los dólares que logró juntar pacientemente la autoridad monetaria en abril terminaron desapareciendo en apenas una jornada.
Ahora está de visita en Buenos Aires una misión del FMI. No se espera que entreguen un préstamo de fondos importantes. Sí se cree que se renovará el acuerdo, por lo que se seguiría con la misma mecánica de asientos contables: el FMI nos presta para que le vayamos pagando los vencimientos y así evitar caer en default, para que no se nos corte del todo el único crédito mundial que nos queda, que surge de organismos multilaterales como el BID y el Banco Mundial.
Con esa realidad, el mercado cambiario casi no se movió. El dólar blue bajó $5 hasta $1.040, el Senebi subió $4,99 hasta $1.093,21, el MEP subió $2,68 hasta $1.041,33 y el contado con liquidación subió $4,10 hasta $1.094,93 . Por lo que la brecha entre el oficial y el blue fue del 13% y la brecha entre el CCL y el mayorista fue del 25%.
Pero lo que de alguna manera sorprendió fue que con el gran paso legislativo no apareciera más interés por comprar títulos públicos, tal como pasó en el primer trimestre de este año. Es más, hubo muy pocos negocios, y la cotización de los bonos argentinos bajó 0,2% promedio, por lo que el riesgo país subió 3 unidades hasta 1211 puntos básicos.
En cuanto a papeles privados, con los peores precios al final día, la bolsa de Nueva York tuvo la peor rueda en mucho tiempo: el Dow cayó 1,5%, el S&P bajó 1,6% y el Nasdaq cayó 2% (algo que probablemente se revierta ni bien se renueven los negocios porque en el postcierre entró un buen balance de Amazon (el gigante mundial del comercio electrónico), lo cual movió 5% hacia arriba su cotización fuera de hora). Al tiempo que la Bolsa de San Pablo bajó 1,1% y la bolsa de México cayó 1,9%.
En lo que de alguna manera sí pudo ser impulsado por el avance legislativo fue la Bolsa de Buenos Aires. Con $16.466 millones operados en acciones y $8.802 millones en Cedears, el índice S&P Merval subió 1,1%, pero con las ADR argentinas que operan en NY con resultado mixto, ya que -como desoyendo a Diputados- hubo subas del 1 al 4% para Galicia, YPF, Cresud, Macro, Francés, Mercado Libre, Central Puerto, Supervielle, Edenor y TGS; pero bajas del 1 al 4% para Despegar, Bioceres, Telecom y Loma Negra.
Y donde también se vivió una jornada oscura fue en el precio de los commodities. Con algún acercamiento y posibilidad de alto el fuego en la franja de Gaza, el petróleo bajó otro 1,4%. Con perspectiva de que la tasa de la Fed siga alta más tiempo, los metales preciosos estuvieron en descenso. El menor ánimo bélico también provocó un retroceso en los metales básicos. Hubo mayoría de bajas para los granos en Chicago, con soja sostenida pero trigo en baja en Rosario. Y lo que sigue alterando a los criptoadictos es el desplome de las monedas del sector: el Bitcoin se desplomó otro 4,6%, con derrumbes de hasta el 12% para el resto de los valores de ese panel.
Los editoriales de Carlos Mira regresarán el martes 21 de mayo. (NdR )