Por Rodolfo Florido, originalmente para BenditoConurbano.com

Sé que va a ser un poco o un tanto denso explicar esto pero también sé que nuestros lectores comprenderán que  hacer afirmaciones en un tema tan escabroso es, por decir lo menos, delicado. 

La Bolivia de Evo Morales y Arce, más allá de sus diferencias, era y es el lugar de tránsito hacia la Argentina (muy probablemente no el único) de los miembros de la organización criminal Tren de Aragua. 

De hecho miembros de esa organización ya estaban asentados en Oruro en donde ya habían asesinado  en Enero 2024 a uno de sus miembros, prófugo de un presunto homicidio múltiple (7 venezolanos) en una ruta de de Texas en los EEUU.

O sea, estos últimos 4 ingresados (3 mayores de edad y un menor de 15 años) en los primeros días de abril, desde Arica vía Oruro sin registro fronterizo, no iban a realizar ningún homicidio en esa provincia ni en ese país ya que hay miembros de la organización ya establecidos desde hace más de un año. 

En consecuencia solo estaban de paso con dos chalecos antibalas, seis “granadas de guerra”, nueve cajas de munición de distintos calibres y dos “subametralladoras”.

Curiosamente estos miembros de la organización criminal entraron (según señalaron o encubrieron las autoridades) sin las armas pero las recogieron de un domicilio en Oruro que ya estaba precintado por haber sido utilizado para otro asesinato en enero de este año. 

La verdad es que la información judicial, política y policial boliviana deja mucho que desear. 

¿Quién sería tan estúpido para ir a un domicilio precintado a recoger armas? ¿Cómo un domicilio allanado y precintado pudo haber tenido armas largas y granadas de fragmentación y nadie los vió? 

Es más que obvio que todas las acciones tienden a liberar a los detenidos -por casualidad-  ya que “no entraron al país armados, ni salieron de Chile armados y las armas estaban en una casa precintada por la justicia chilena”.

Solo hay que hacer lo que denomino “Análisis de Inteligencia Reversial” para darse cuenta (por la repetición de hechos en otros países y la proyección inversa de los resultados en Bolivia, que los venezolanos que ingresaron a Oruro en Bolivia, no iban a Oruro sino que se dirigían a la Argentina.

¿Por qué?

Si partimos del hecho de que los blancos para los mercenarios de la organización delictiva criminal internacional Tren de Aragua recibe las ordenes ejecutorias desde Cuba/Venezuela, no hay blancos significativos para mover sus sicarios desde otros países al sur de Venezuela para actuar en Bolivia, donde el régimen les es afín y donde el alineamiento internacional pro iraní, más la presencia del Hezbollah y la Guardia Revolucionaria Iraní, tiene a Bolivia como un santuario que linda de alguna manera con la triple frontera, el terrorismo islámico y las organizaciones criminales de Brasil (como Primer Comando Capital y Comando Vermelho). 

No tiene sentido dar más detalles, pero es extremadamente preciso y claro que si su blanco o blancos no están en Bolivia, ni en Paraguay ni en Brasil, solo queda la Argentina, en donde, por otra parte, se está desarrollando un experimento ideológico económico absolutamente disruptivo que, si fuese exitoso (que a la fecha así parece serlo), tendría efectos inmensos en toda la región, alterando los signos ideológicos, geopolíticos y geoestratégicos de toda Latinoamérica, con especial énfasis en Chile, Brasil, Venezuela, Colombia, Bolivia y Nicaragua. 

Obviamente cada país con sus propios matices ya que no es lo mismo las dictaduras fraudulentas de Venezuela y Nicaragua que los regímenes políticos de los otros actores.

Si vemos esto en su total y adecuada dimensión podremos comprender que un asesinato político de envergadura o la creación de conflictos sociales de altísima violencia (como los que en Chile dieron lugar a la Presidencia Boric -sin fraude y republicanamente por cierto-) pueden estar en la mira de ejecución de Cuba y Venezuela, siendo entonces el Tren de Aragua el brazo ejecutor sin límites de acciones de estas características. 

Sobre todo ante la aparición de múltiples delitos que financiaban con dineros públicos, una gran cantidad de expresiones políticas de sesgos radicalizados que crecían al amparo del erario público y del crecimiento de la pobreza, muy útil por cierto para la presunta radicalización de lo que la inteligencia cubana llama, tristemente, “lumpen proletarizado”, termino repugnante para identificar a sectores sociales que quedaron por varias generaciones fuera del sistema, convirtiéndolos así en una franja social de fácil acceso para el control por parte de organizaciones criminales de cualquier tipo, incluyendo las locales como “Los Monos” o barras bravas de clubes de futbol..

Obviamente ante esta situación tomé contacto con miembros de la comunidad venezolana en argentina y con otros especialistas en seguridad interior, amén de otra información en off de la Inteligencia Criminal del Servicio Penitenciario Federal. 

Todos, absolutamente todos, confirmaron que la organización criminal regional el Tren de Aragua YA SE ENCUENTRA EN ARGENTINA. Y, para ser más preciso, esta organización no va a ningún país en donde no tenga, antes de asentarse, objetivos propios o ajenos a ser ejecutados.

Hacer nombres propios sobre los blancos o situaciones a crear sería aventurado ya que solo en una primera aproximación aparecen docenas de personas, hombres y mujeres y de situaciones sociopolíticas alentadas hacia el desborde. Obviamente cuando lo previsible suceda, todo parecerá más lógico, sobre todo si afecta considerablemente el camino económico hoy elegido por más de la mitad de la sociedad. 

NADIE HOY ´PUEDE SABER SI EL CAMINO QUE SE ESTÁ TRANSITANDO ES EL CORRECTO, PERO SÍ SABEMOS QUE LO PRECARIO O INICIÁTICO DE ESTE CAMINO LO HACE SUSCEPTIBLE DE DESMORONARSE SI LA VIOLENCIA POLÍTICA SE ASIENTA  EN ESTA TIERRA Y BAJO ESTAS CIRCUNSTANCIAS NACIONALES E INTERNACIONALES.