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Un nuevo horizonte para el mercado inmobiliario argentino: La Ley Bases como catalizador del cambio

El mercado inmobiliario argentino ha estado en una montaña rusa en los últimos años, con precios estancados, incertidumbre económica y una baja en la confianza de los inversores. Sin embargo, la reciente aprobación de la Ley Bases ha generado un nuevo aire de optimismo y expectativa. El impacto potencial de esta ley en el sector destaca las oportunidades que presenta ya que este marco normativo no solo ha fortalecido la seguridad jurídica para compradores e inversores, sino que también ha creado un entorno más justo y atractivo para el desarrollo de propiedades.

La Ley Bases introduce una serie de reformas y actualizaciones al marco legal que regula el mercado inmobiliario, brindando mayor seguridad jurídica y previsibilidad a todos los actores involucrados. Esto incluye medidas como: la simplificación de trámites, la unificación de criterios y la implementación de mecanismos de resolución de conflictos más eficientes.

Además, no se puede ignorar la relevancia del Régimen de regularización de activos, más conocido como blanqueo de capitales, que se ha convertido en un complemento de gran impacto para el sector. Este régimen se desdobla en dos, con un enfoque específico para el dinero en efectivo y otro para el resto de los bienes, otorgando una franquicia de U$S 100.000 en cada caso y tiene plazo hasta el 30 de septiembre de este año en lo que refiere al efectivo que puede regularizarse en la primera etapa,  

Mirando al futuro: impulso a la inversión

Para comprender el impacto en el mercado inmobiliario argentino, es fundamental realizar un análisis profundo que abarca tres dimensiones: pasado, presente y futuro.

En los últimos años, el sector ha experimentado una serie de cambios significativos. Los precios del metro cuadrado han alcanzado valores históricos bajos, lo que ha generado una oportunidad única para compradores e inversores. Esta situación se refleja en el aumento de las operaciones inmobiliarias. Según datos del Colegio de Escribanos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), en junio de 2024 se registró una suba de escrituras del 27,47% respecto al año anterior; mientras que en julio se efectuaron 4.946 actos, lo que representa una suba del 47,3% respecto al nivel del año anterior. 

Por otro lado, y aunque no forme parte del mismo paquete, los cambios vinculados a la Ley de Alquileres también contribuyeron a ponerle fin a una crisis histórica de la vivienda: en los últimos meses se ha reactivado el mercado de alquileres, permitiendo un aumento significativo en la oferta disponible y una estabilización de los precios. Pasamos de una oferta de 600-700 inmuebles mensuales a un promedio de 12.000, lo que sin lugar a dudas demuestra la magnitud del cambio. Así, con la extensión del plazo mínimo de los contratos y una regulación más clara de los aumentos, tanto inquilinos como propietarios se benefician de una mayor estabilidad y previsibilidad. Esto fomenta un ambiente de confianza mutua, esencial para un mercado de alquiler saludable y dinámico.

Volviendo entonces a la reciente aprobación de la Ley Bases, sin dudas marca un nuevo capítulo en la historia del mercado inmobiliario argentino ya que los cambios introducidos generan un entorno favorable para su crecimiento. Así, se espera que esto se traduzca en un aumento de la inversión, la creación de nuevos proyectos y un mayor acceso a la vivienda para la población. Todo ello de la mano de una serie de incentivos fiscales, como la reducción de impuestos para la compra de propiedades y la promoción de inversiones en proyectos de desarrollo.

Zoom a las mejoras: mayor acceso a la vivienda y nuevas oportunidades de inversión

La ley también busca facilitar el acceso a la vivienda, especialmente para los sectores más vulnerables. Se han implementado medidas como la creación de líneas de crédito hipotecario a tasas accesibles y la promoción de programas de vivienda social. El lanzamiento de créditos hipotecarios a 30 años y hasta el 80% del valor de la propiedad reaviva el sueño de la casa propia. Ya es una realidad y de a poco se ven los primeros resultados. Con la inflación en descenso, las cuotas de estos créditos se acercarán cada vez más a los importes de los alquileres actuales, convirtiendo al crédito hipotecario en una tracción para la economía argentina de dimensiones muy importantes. En definitiva, facilitar la adquisición de viviendas a través de esta herramienta no solo beneficia a los compradores, sino que también dinamiza el mercado inmobiliario en su conjunto.

Además, la ley también busca aumentar la transparencia en el sector, combatiendo la informalidad y las prácticas abusivas. Por tal motivo, se han implementado medidas como la creación de un registro público de propiedades y la obligatoriedad de que las inmobiliarias brinden información clara y precisa a sus clientes.

En este sentido, las oportunidades que ofrece el blanqueo también juegan un rol crucial. Quienes posean fondos superiores a U$s 100.000 en efectivo pueden optar por no pagar el impuesto especial si estos fondos permanecen depositados hasta el 31 de diciembre de 2025 o se destinan a inversiones en proyectos inmobiliarios. Este régimen se presenta como una alternativa atractiva para aquellos que buscan canalizar sus fondos hacia el desarrollo de nuevos proyectos, beneficiándose de un entorno fiscal favorable.

De esta manera, generando un entorno más seguro y atractivo para la inversión en propiedades en Argentina, los compradores tendrán un mayor acceso a la información, un marco legal más sólido para proteger sus derechos y una mayor variedad de opciones de financiamiento. Definitivamente esta combinación de elementos se traduce en un entorno más favorable para la compra de una propiedad, ya sea para vivienda propia o como inversión.

Por otro lado, el fideicomiso inmobiliario, una herramienta esencial para el desarrollo de proyectos, también se ha beneficiado enormemente. La regulación clara y precisa de esta figura jurídica ofrece a los inversores la seguridad necesaria para apostar por nuevos desarrollos. Con un marco legal robusto, los fideicomisos no sólo son más confiables, sino también más atractivos para quienes buscan diversificar sus inversiones en el sector.

Otro punto a destacar radica en las modificaciones de la propiedad horizontal: adaptar la normativa a las realidades contemporáneas no solo mejora la convivencia en los edificios, sino que también facilita su administración, haciendo que la inversión en departamentos sea más sencilla y rentable.

Y así, en un contexto global marcado por la búsqueda de estabilidad y oportunidades seguras, el mercado inmobiliario argentino se presenta como una alternativa sólida y atractiva para inversores locales e internacionales. La modernización y claridad aportada por la Ley Bases ha transformado el panorama, brindando un entorno de inversión más confiable y transparente siendo más predecible para los inversores, con incentivos fiscales atractivos y un mercado con mayor potencial de crecimiento. Esto se traduce entonces en un panorama más favorable para la inversión en proyectos inmobiliarios, tanto en el segmento residencial como en el comercial.

No quedan dudas entonces que la Ley Bases representa un hito importante para el mercado inmobiliario argentino. Con la implementación de sus medidas, se espera que el sector experimente un crecimiento sostenido en los próximos años. Es un momento clave y estratégico para considerar invertir y aprovechar las nuevas oportunidades.

Por Carlos Mira
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