La expresión “no tener cara” se aplica como, todo el mundo sabe, a aquellas situaciones en donde alguien es tan desvergonzado que solo “no teniendo cara” podría enfrentar a los demás sin sonrojarse.
No hay dudas que si una expresión le cabe con holgura al peronismo es precisamente esa.
Solo no teniendo cara se pueden animar a poner en el aire un nuevo spot de campaña que incluso supera al ya antológico spot del “sí” en donde una serie de personas aparecía diciéndole que sí a todas las cosas a las que el gobierno peronista les dijo que “no”, no solo durante estos dos años, sino en casi toda su vida política.
Esta vez aparece solo la voz de una locutora la que seguramente fue entrenada bajo algunas directivas de entonación para que enfatice con distintos tonos los increíbles disparates que se animan a decir.
El aviso, por supuesto, comienza por reclamar el voto a favor del FDT para “no volver al pasado”.
Cuando uno escucha eso piensa quién es, sino el peronismo, el que ha hecho volver a la Argentina al pasado más oscuro; a un pasado en donde el país se codeaba con las peores dictaduras del mundo, al país de la declinación, al país de la inseguridad, de las bandas narco, del sicariato… ¿Quién fue el que produjo ese retroceso, esa “vuelta al pasado”?
Luego, por oposición, presenta al FDT como el vehículo “hacia el futuro”. ¿Vehículo hacia el futuro? Díganselo a los chicos de entre 20 y 35 años que se están yendo del país a una velocidad jamás vista antes, produciendo lo que ha sido (y es) el éxodo más extraordinario de argentinos fuera del país de la historia.
Esos argentinos tienen una única respuesta cuando se les pregunta por qué se van: “porque aquí no hay futuro”, dicen con unanimidad.
Ese es, precisamente, el título de un artículo del Financial Times de hoy sobre la Argentina: un título no original del periodista que redactó el editorial sino que fue tomado de lo que les dijo a los investigadores del diario una jubilada de 62 años, Silvia Ramírez, que tuvo que volver a trabajar para cubrir sus gastos básicos.
Luego, la locutora entrenada en entonación dice -poniendo un énfasis odioso en la palabra “destruir”- “de los que quieren ‘destruir’…” ¿De los que quieren destruir? ¿Quién ha venido aquí para destruir sino ellos? ¿Quién destruyó la estructura legal de aeronavegación comercial que había establecido el gobierno de Cambiemos y que, aún con una serie increíble de regulaciones y restricciones provenientes de un sindicalismo jurásico, había logrado multiplicar por 5 el tráfico aéreo en la Argentina, con nuevas compañías que se instalaban para operar cabotaje e internacional, con miles de argentinos que pudieron viajar por primera vez en avión a un precio razonable, con la apertura de nuevos aeropuertos que eran el centro de polos de trabajo para barrios enteros, como el caso de El Palomar… ¿Quién “destruyó” todo eso?
¿Quién destruyó el Sistema de Sociedades Anónimas simplificadas por el cual los jóvenes emprendedores podían constituir su empresa en 72hs? ¿Quién destruyó la “Ley del Conocimiento” que alentaba el nacimiento de unicornios tecnológicos argentinos? ¿Quién destruyó el “Sistema de Trámite Electrónico Para Un Gobierno Abierto” haciendo volver a los contribuyentes al trámite de papel?
Hay que “no tener cara” para poner al aire un aviso de campaña con tanta falta de escrúpulos.
Pero eso no es todo. En dos párrafos específicamente dirigidos a la oposición habla de los que se “oponen a todo” y de los que “ponen palos en la rueda”.
Perdón ¿escuché mal o es el peronismo el que está hablando de “oponerse a todo” y “poner palos en la rueda”? ¡Pero no me hagan reír, por favor!
¿Quién sino el peronismo ha sido una verdadera máquina de “oponerse a todo” y de “poner palos en la rueda”? Es más, el peronismo tiene una estructura armada para ello (si es que no la armó, precisamente, para “oponerse a todo” y “poner palos en la rueda”). El peronismo es el movimiento de la prepotencia y del atropello, es el movimiento del “5×1”, del “alambre de fardo”, de la “leña”, el de “construir la patria de los humildes sobre las cenizas de los traidores”. Eso es el peronismo. No nos olvidemos.
Es el peronismo el que te saca gente pagada a las calles, cortando todo, rompiendo todo. Es el peronismo el que te tira 14 toneladas de piedras. Es el peronismo el que te aborta con gritos e insultos las sesiones de las cámaras del Congreso. Es el peronismo el que tiene organizada una trama societaria con los barrabravas para mandarte a apretar. Es el peronismo el que domina el sindicalismo que vive poniendo “palos en la rueda” de cualquier proyecto que les quite los privilegios a un conjunto de gordos millonarios que no han hecho otra cosa más que robar los dineros de los trabajadores que dicen defender. Es el peronismo el que frena cualquier idea que pretenda desarmar la estructura de privilegios sobre la que vive una casta desigual que ellos mismos se encargaron de crear, fomentar y alimentar durante los últimos 75 años. Es el peronismo… Es el peronismo, estúpido.
El peronismo es una desvergüenza. Es capaz de decirte en la cara que el negro es blanco y que el blanco es negro. Es más, es capaz de decirte que algo que ellos pintaron de negro es blanco y que algo que ellos pintaron de blanco es negro. Y en muchos casos pueden decirte que lo que debería ser blanco y es negro porque lo pintaron ellos, lo pintaste vos y viceverza.
Solo un movimiento que carece de los más elementales frenos inhibitorios frente a la mentira puede ser capaz de poner en el aire este spot que comentamos. La respuesta electoral de los argentinos el próximo 14 de noviembre debería ser contundente, definitiva, aplastante. Basta. Basta de mentirosos y de sinvergüenzas. Basta de caraduras y de hipócritas. Basta de peronismo. Basta.
Lamentablemente son más los que quieren vivir de arriba, y los van a votar, que los que queremos trabajar en un País ordenado, de Políticos que sepan de qué se trata y sus soluciones y no los votaremos!
Triste y negro futuro!
Carlos, todo eso que describis en tu editorial es exactamente lo que senti cuando escuche el spot, ellos que solo destruyen, ponen palos en la rueda, se oponen, viven en la prehistoria, y todo lo que dicen en el spot son ellos mismos. No, no tienen cara
Grace glm