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La conversión de la sociedad en un zombie

A esta altura resulta más que obvio que los funcionarios del gobierno hablan públicamente partiendo del supuesto que el proceso de estupidización de una parte muy importante de la sociedad ha resultado exitoso y que, a raíz de ello, pueden darse el lujo de decir cualquier disparate en la seguridad que esa porción social (cada vez más importante) no está en condiciones de distinguir lo que dicen, y mucho menos, someterlo a un proceso de pensamiento crítico.

Ayer el jefe de gabinete, Santiago Cafiero -persona a la que se le desconoce hasta ahora el emprendimiento de alguna actividad útil en la vida o en la que se haya destacado por su éxito- hizo una afirmación cargada de ponzoña según la cual el gobierno de Macri, en un minuto y medio, había firmado una acuerdo con el FMI por la cual el país se obligaba a devolver los 45 mil millones de dólares del préstamo de facilidades extendidas de 2018 en cuatro años.

Lo dijo como si el país en un solo acto y con los billetes uno sobre otro debiera repagar el total del empréstito de sola vez. De nuevo, solo hay dos opciones para que Cafiero pueda decir semejante disparate: o el jefe de gabinete es un burro hecho y derecho, que no distingue un tornillo de una pipa (lo cual no es descartable), o bien habla sobre la seguridad de que se dirige a una audiencia completamente idiotizada que no está en posición de advertir que lo que dice es una completa mentira.

Cualquier persona, medianamente informada, sabe que los préstamos internacionales no se devuelven así sino que se van refinanciando conforme los países vayan teniendo una economía bien organizada. Ecuador que también tiene obligaciones con el FMI acaba de hacerlo hace muy poco, sin ningún inconveniente.

La mayoría de los países tienen acuerdos de este tipo con organismos multilaterales de crédito y los van refinanciando sin problemas y sin tener que devolver, obviamente, todo el dinero junto. Pero Cafiero puede hablar en estos términos porque nadie del público a quien se dirige puede o quiere rebatírselo. Allí había “muñecos” con movimientos humanos que asentían con la cabeza como si quien estuviera hablando fuera Frederick Hayek. Por fuera de esa escasísima audiencia presencial, también hay un público que no entiende nada y que toma lo que escucha como si fuera verdad.

Al lado de él, la nueva primera candidata a diputada por el Frente de Todes por la provincia de Buenos Aires, Victoria Tolosa Paz -la cheta de iPhone 12 Pro Max con ideas socialistas casada con Pepe Albistur, el dueño de las propiedades multimillonarias de Puerto Madero donde vivía Fernández antes de ser presidente- dijo sin que se le moviera un pelo que el principal objetivo de la fuerza era “crear trabajo”.

De nuevo, Tolosa Paz habla sabiendo que pisa el seguro terreno de una audiencia en completa incapacidad de analizar lo que ella se da el lujo de decir. ¿Crear trabajo, Tolosa Paz? ¡Pero si todo lo que han hecho desde que llegaron al gobierno consistió no solo en destruir trabajo concreto sino en perseguir a los que lo generan!

En efecto, desde que están en el gobierno crearon un impuesto nuevo por mes, terminaron con el sistema de sociedades comerciales simplificadas, con los sistemas de trámites por vía electrónica, profundizaron las rigideces en la legislación laboral, estigmatizaron socialmente al individuo emprendedor y creador de trabajo, persiguieron la riqueza en todas sus formas, cerraron más de 200 mil pymes, cerraron las importaciones, cortaron mercados mundiales para productos argentinos, complicaron la existencia de las empresas de las maneras enrevesadas, avalaron los bloqueos sindicales a las compañías que generan fuentes de trabajo, aislaron a la Argentina de los mercados comerciales, doblaron los costos laborales de las compañías… Y la lista podría seguir.

¿Me puede explicar, Tolosa Paz, cómo puede decir usted que su principal objetivo es crear trabajo? ¡Si con sus hechos no hacen otra cosa más que destruirlo!

Solo la existencia de una parte de la sociedad convertida en un zombie mecánico sin la menor capacidad de análisis les puede permitir a estos personajes hablar de esta forma con el desparpajo con el que lo hacen.

Para terminar un hecho de naturaleza diferente pero que también da una pauta de frente a qué tipo de personas estamos.

Se ha comprobado que durante 2020, en más de 60 ocasiones, la modelo Sofía Pacchi ingresó a las dependencias de la quinta presidencial de Olivos. Incluso se ha abierto una causa al respecto.

La misma no tiene que ver con las inclinaciones lúdicas del presidente o su pareja: ellos pueden elegir libremente la manera en que quieren divertirse. Pero Fernández es el presidente que desde una Alta Torre se creyó (y se cree) que puede dirigir la vida de todos nosotros como si fuéramos muñecos.

En contra de todas las advertencias que se le hicieron respecto de la cuarentena eterna, el presidente confinó a todos los argentinos a un encierro que los fundió económicamente y que, en muchos casos, los enfermó psicológicamente.

Al mismo tiempo que firmaba esos decretos inconstitucionales, Fernández los violaba permitiendo el ingreso de Pacchi a la quinta presidencial para pasar unos buenos ratos, mientras todo el resto pasaba malos ratos. Es ese uso discrecional del poder, en manifiesta desigualdad con el pueblo al que dice defender, el que está en juego aquí. Fernández podrá ser el presidente, pero es un ciudadano más que, en las circunstancias graves que él mismo se encargaba de exagerar, debió acatar -antes que nadie- las ordenes que él mismo imponía.

Las acciones privadas de los hombres están reservadas a Dios y exentas de la autoridad de los magistrados dice el artículo 19 de la Constitución. Pero el artículo 16 dice que todos somos iguales ante la ley: el presidente violó el confinamiento que nos impuso. Como era de esperarse. Como siempre. Quizás también lo hizo en la seguridad que la estupidización general lo absolvería con honores.

Por Carlos Mira
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One thought on “La conversión de la sociedad en un zombie

  1. deleatur

    ‘“muñecos” con movimientos humanos’
    Jajaja xD ESO es dar en el clavo.

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