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Impunidad, ajuste y propaganda

Si por algo pasará a la historia el cuarto kirchnerato es por haber sido el gobierno de la impunidad, del ajuste y de la propaganda

En materia de impunidad, el plan de la comandante de El Calafate sigue a todo vapor para designar un Procurador General propio que sea elegido con las mayorías que ellos tienen pero que, para removerlo, sean necesarias mayorías que no tiene nadie.

Es decir, Cristina Fernández busca designar un lugarteniente personal al frente del Ministerio Público con los votos que tiene en el Senado pero se prepara para mantener las mayorías especiales para la remoción de ese funcionario mediante juicio político con dos tercios de los votos de ambas cámaras del Congreso. Es algo así como querer la chancha, los veinte y la máquina de hacer chorizos (ya se sabe que en materia de quedarse con máquinas que pueden producir bienes, el kirchnerismo la tiene clara, como lo demostró con su operación para quedarse con la fábrica de hacer billetes, en una versión anticipada de “la Casa de Papel”).

El pusilánime de Fernández, el lacayo que ocupa la presidencia en lugar de la Reina-faraón -que se proponía designar a Daniel Rafecas al frente de la Procuración (una especie de Olever Wendel Holmes, al lado de los mamarrachos que prepara la comandante)-, ya ha comenzado a recular.

Con el argumento de que hay que “hacer más fácil el trámite de la designación de funcionarios”, Fernández avaló la embestida de los senadores alineados con Cristina Kirchner.

El lacayo incluso relativizó la posición de su candidato a procurador quien se niega a mantener su postulación si el cristinismo avanza con su deseo de flexibilizar el sistema de designación. “Conozco a Daniel desde hace años y sé que es un principista, pero no es un tema de principios, es un tema práctico”, opinó Fernández, en referencia al límite ético que fijó el juez, de no aceptar el cargo si las actuales mayorías que establece la ley del Ministerio Público son modificadas.

La modificación cristinista a las mayorías necesarias para elegir al jefe de los fiscales fueron “recomendadas” por el “Consejo Consultivo” que se creó para “asesorar” al presidente en materia judicial. Ese “Consejo” está presidido Carlos Beraldi, el abogado personal de la comandante, y tiene una mayoría asegurada de 6 votos a 5 respecto de los integrantes que se pusieron para teñir de “imparcial y multipartidario” ese mamarracho.

Todos los adherentes kirchneristas (6) votaron a favor de la rebaja de las exigencias y todos los integrantes no kirchneristas (5) votaron en contra.

Para aprobar la ley, obviamente se requiere en voto de la Cámara de Diputados. Para hacerlo se necesitará primero que el presidente incluya el proyecto en el temario de las extraordinarias de verano y luego que la mayoría del cuerpo lo vote. El kirchnerismo de por sí no tiene los votos necesarios pero cuenta con dinero negro (siempre muy útil para casos como éstos) y con Lavagna, que luego de declarar que a las “inversiones no se las atrae con un látigo” hizo que sus diputados votaran a favor del impuesto a la riqueza. Las puertitas del Dr. Lavagna son siempre insondables.

En definitiva, desde hace un año, toda la energía nacional (como si el país no tuviera otras prioridades) está puesta en confirmar una estructura judicial que satisfaga los gustos del traste de la Reina-faraón para que ésta pueda consolidar su impunidad y avanzar con la etapa 2 del plan: la etapa de la venganza.

El otro tema por el cual el gobierno del lacayo pasará a la historia es el monumental ajuste económico que se prepara. Obviamente ya parte de él comenzó cuando Guzmán anunció la terminación del IFE y las modificación de los ATP. También cuando el gobierno retrotrajo la fórmula de ajuste de las jubilaciones a la que regía cuando la Reina-faraón era presidente, una alquimia que le pone un techo por recaudación y salarios a los haberes pero que no los repara frente a un piso inflacionario: allí los ingresos pueden caer hasta el fondo del abismo.

Ahora se está preparando un programa de ajustes de tarifas de servicios públicos, incluso sin la celebración de las audiencias públicas que exige la ley. Por otro lado, ya comenzó el ajuste en el precio de los combustibles.

Desde la medianoche de este lunes, YPF aumentó el precio de sus combustibles un 2,5% promedio a nivel nacional y agrega más presión sobre el índice de inflación que cerrará el año en torno al 40% según las cifras del INDEC. Este nuevo incremento se suma al 3,5% promedio que se aplicó en octubre.

Con el aumento de YPF de los valores de los combustibles se lanzó la carrera para que el resto de las empresas comercializadoras inicien el mismo camino. A menos de 24 horas de que la mayor comercializadora del país anunciara el aumento, la petrolera Raizen que comercializa a través de la marca Shell hizo lo propio y retocó los valores del litro en sus puntos de ventas.

Mientras, Santiago Cafiero, como un nenito caprichoso que a puro grito golpea sus puños contra la mesa, dice que el de ellos “no es el gobierno del ajuste”, en una confirmación final de que el cuarto kirchnerato será recordado por llevar adelante un ajuste feroz.

Todo al son del adoctrinamiento escolar que denunció Soledad Acuña y por el que sufrió el escrache nazi de Pagina 12. No hay dudas: solo el totalitarismo y su propaganda pueden sostener un gobierno que defiende el interés de una minoría.

Por Carlos Mira

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