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Escondiendo elefantes

Ayer el peronismo dio unos de esos espectáculos que tienen la virtualidad de poner a la Argentina en el túnel del tiempo; esos episodios que retrotraen la mente a imágenes que se reproducen en blanco y negro en la época de la Segunda Guerra Mundial.

La Argentina pudo presenciar ayer otro acto del muchedumbrismo termocéfalo, 

lleno de gritos, de mugre, de vino, de prepotencia para con los demás y de uso de los recursos públicos como si fueran propios, tal como hicieron siempre los fascismos.

¿Cuándo la Argentina dejará de estar secuestrada por esta antigüedad, por este anacronismo de sepia que el mundo civilizado dejó atrás hace años?

En un sincericidio expreso el líder del Movimiento Evita, el Chino Navarro, dijo que después de las PASO estaban en el “submarino ruso (en alusión a la tragedia de aquella embarcación en la que murieron todos sus tripulantes)… Pero de repente nos encontraron, levantaron la escotilla y vieron que estábamos vivos”.

La frase encierra toda una confesión: los jerarcas peronistas temían perder su Imperio luego del 12 de septiembre, pero esos votos de la tercera sección electoral en noviembre les hace creer que están vivos… ¿Quién? ¿La gente? No!! Ellos!!

Su ombligo y su supervivencia es lo único que les importa. Y el Chino lo vomitó con todas las letras.

Resulta increíble que los menguados bolsillos de los argentinos que pagan cada vez más impuestos con su trabajo, deban financiar este desatino de vagos que viven como parásitos.

Es como si el peronismo se cagara de risa en la cara de toda esa gente, de todos esos contribuyentes.

En medio de esa masa amorfa y colectiva se distinguía un cartel que decía: “Militar hasta que lo imposible se vuelva inevitable”. 

¡Que carga de ceguera fanática hay que tener para tomarse el trabajo de escribir algo así! ¡Que indómita soberbia debe padecerse para creerse con el poder de transformar en inevitable, lo imposible! ¡Qué repugnante arrogancia debe invadirlo a uno para creerse investido de la luz divina que permite tornar inevitable lo que es imposible!

La Argentina ya pasó por la experiencia de caer presa de iluminados que creían que podían imponer LA VERDAD a los tiros. Parece mentira que aquella tragedia no haya dejado enseñanzas. Uno tiene la sensación que, si los argentinos hubieran estado en Alemania en los ‘50s, habrían vuelto a elegir al nazismo.

Pero como el peronismo ya nos tiene acostumbrados a saber que son maestros en crear cortinas de humo, no vaya a ser cosa que lo de ayer haya sido una gigantesca pantomima para distraer la atención de lo que tramaba por otro lado.

Cómo el 10 de diciembre ya no gobernará el Congreso, el peronismo está apurando la validación legislativa de más de 150 decretar necesidad y urgencia (de los cuales ninguno es urgente ni necesario) muchos de los cuales profundizan le dependencia argentina de China, incluyendo la autorización para instalar una nueva base militar (camuflada) en Tierra del Fuego.

La cuestión se relaciona con lo que describió antes de ayer el diario Financial Times como el hecho más disruptivo de los últimos años: el crecimiento del arsenal nuclear chino.

Para 2030 el diario calcula que el país de Xi Jinping tendrá 4 veces la cantidad de ojivas nucleares de las que cuenta hoy.

Hace unas semanas China lanzó un vehículo espacial ultrasónico con capacidad de carga nuclear en un viaje experimental a través del polo sur.

Muchos especialistas sostienen que se trata de un ensayo para verificar la posibilidad de vías de ataque a los EEUU por fuera de donde están desplegadas las principales defensas misilísticas de Washington, esto es en el polo norte.

China ya cuenta con una base compatible conmigo esos ensayos. Esa base está en Neuquén, fruto de la concesión de soberanía que otorgó Cristina Fernández. China estaría en busca de una nueva base quizás para mejorar la logística atómica.

Estaría bueno que algunos argentinos pensaran a qué país atacarían los misiles norteamericanos cuando advirtieran que el apoyo terrestre a esa tecnología proviene de bases chinas ubicadas en la Argentina.

La cobertura del desatino de la Plaza de Mayo también impidió que los medios pusieran en primera plana la aprobación de un nuevo impuesto directo del 3% a todo producto que se venda envasado.

Ya lo comentamos aquí, pero ahora quedó aprobado este despropósito que hará más caros los remedios, las bebidas y los alimentos de los argentinos. Una locura total.

Y menos atención aún se le prestó a otro brulote del impresentable Zaffaroni, que dijo que “el domingo la democracia se salvó de una nueva forma de golpe de estado”, algo así como declarar que se puede atentar contra la democracia por la vía de ejercitarla.

El peronismo muchas veces tiene la capacidad de superarse a si mismo. De superarse en osadía y en puestas en escena. Lo de ayer fue una especie de posgrado en groserías: el festejo de una derrota, en pleno día laborable, usando el dinero y el tiempo de los argentinos, ensuciando todo a su paso, mientras sus burócratas involucraban más al país en una guerra ajena y, para colmo, del lado equivocado.

Por Carlos Mira
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One thought on “Escondiendo elefantes

  1. deleatur

    “Zaffaroni dijo que “el domingo la democracia se salvó de una nueva forma de golpe de estado”, algo así como declarar que se puede atentar contra la democracia por la vía de ejercitarla.”

    Impecable.
    Me recordó a YouTube borrando cdo y como se le canta la cantidad de “no me gusta” a videos suyos (o de sus “clientes”) cdo a su torcido criterio son “demasiados”. Y luego quieren pintarse de “campeones” en su lucha (imaginaria) contra “haters” y “trolls”… cdo los trolls y haters más grandes son ellos mismos: sin ir más lejos, haciendo como hicieron: ocultando directamente la cifra de los “no me gusta”, jajaja… son de lo peor.
    Sorry x el off-topic.
    Saludos!

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