Detrás de todo déspota suele haber un personaje oscuro, tenebroso; una fuente de incitación, un motor de púas, un confidente. Un monje negro.
El peronismo tuvo su monje negro. Pero no es el brujo que todos imaginan. Ese fue una versión muy devaluada del tipo de personaje al que me voy a referir aquí.
Hernán Benitez nació en Villa Tulumba, un pequeño pueblo del norte de la provincia de Córdoba. Allí vivió su infancia de capital provincial. Desde niño quiso ser jesuita, y se escapó de su casa a los 12 años de edad, siendo admitido en la Compañía de Jesús. Pese a que su madre intentó obligarlo a abandonar la Compañía por vía judicial, Benítez logró que el juez le permitiera permanecer en el noviciado.
Su negativa a ser enviado a continuar sus estudios en Europa le valió ser enviado al Colegio Máximo de la ciudad de Santa Fe. Desde 1939 fue profesor en el seminario de Villa Devoto, el más grande del país, e instaló por un tiempo su residencia en el Colegio del Salvador de Buenos Aires.
De acuerdo al historiador Robert Potash, se vinculó con el GOU y fue el redactor de varios documentos de esa agrupación militar, que tuvo participación central en la Revolución del ’43 y en la dictadura subsiguiente.
Fue el ideólogo del fanatismo de Eva. Cada lenguarada de fuego que salía de la boca de la mujer del presidente dirigidas a terminar con el anatema liberal hasta “que no quedara en pie ni un ladrillo que no fuera peronista”, tenían su origen intelectual en Benítez.
Acompañó a Eva Perón en su gira europea de 1947, en la que tuvo varias participaciones protocolares y políticas de importancia; también informaba confidencialmente al ya presidente Perón de todo lo ocurrido en la gira. También fue Benítez quien gestionó ante el futuro Paulo Vi un encuentro con el Papa Pio XII.
De regreso en la Argentina, fue designado director del Instituto de Publicaciones de la Universidad de Buenos Aires, y poco después Consejero Espiritual de la Fundación Eva Perón. Ese último cargo le permitió observar de cerca la actuación de Eva, su «indisimulada enemistad con las castas privilegiadas» y su entrega personal a favor de los más pobres.
Fue testigo y consejero a lo largo de la enfermedad terminal que padeció Eva, y estuvo junto a ella hasta pocas horas antes de su muerte. Perón intentó repetidamente que Benítez fuera nombrado obispo, pero no lo logró.
Derrocado Perón, fue cura de una pequeña iglesia del partido de Vicente López. Apoyó públicamente la Revolución Cubana y mostró su admiración por la acción del sacerdote colombiano Camilo Torres, muerto como miembro de una organización guerrillera. Nada de todo esto debería resultar extraño puesto que, después de todo, fue Benitez el que caracterizó al peronismo como “un comunismo de derecha” y fue también él el que reivindicó al marxismo como la mejor aproximación política al catolicismo. Solo había que catequizar las ideas de Marx que, en todo lo demás, eran una copia de la prédica de Jesús.
Benitez endosó la violencia de los ’70. Llegó a defenderla en su carta al obispo Helder Cámara, máxima figura de la Teología de la Liberación. En 1970 dio, junto con el padre Carlos Mujica, el responso ante los cuerpos de Gustavo Ramus y Fernando Abal Medina, miembros de la organización Montoneros, que poco antes había asesinado a Pedro Eugenio Aramburu
Durante los años siguientes continuó siendo un referente de la Juventud Peronista pero se mantuvo alejado de la exposición pública. Tuvo un breve paso por la Universidad de Buenos Aires durante la gestión del marxista Rodolfo Puiggrós como rector, en el cargo de director del Instituto del Tercer Mundo. Consagrado a escribir libros —la gran mayoría de los cuales no fueron nunca publicados— y alejado ya de su parroquia, se instaló en una casa de la calle Blas Parera de la localidad bonaerense de Florida. Vivió de una jubilación como profesor y de una subvención que se le había acordado por haber ganado un Premio Nacional de Filosofía.
En 1985 escribió a Chicha, la última hermana sobreviviente de Eva Perón, una carta en que relata muchos hechos, entre los cuales hace repetidas menciones a un dolor y a un “secreto sufrimiento… que, como ningún otro, desgarró su corazón”. Si bien Benítez no mencionaba cuál habría sido ese “dolor secreto”, Marta Cichero especula que sería la imposibilidad de reunirse con una hija extramatrimonial que Evita habría tenido años antes de conocer a Perón con el actor Pedro Quartucci.
Ya desde la década de 1980, estaba aquejado de una polineuritis muscular, que le inutilizó un brazo y una pierna y lo condenó a una silla de ruedas. Falleció en Florida el 22 de abril de 1996.
Este jesuita es el eslabón, no perdido pero sí olvidado, que selló la alianza peronista con el pobrismo; con la idea de la pureza moral del pobre y con el ataque sistemático a la persecución individual de la riqueza y del progreso material en la vida; reputados, todos ellos, como sacrilegios antinacionales del liberalismo anglosajón, capitalista y hereje.
Benitez fue la usina ideológica de la pobreza y del odio hacia el que progresa por sí mismo. Encontró en la afiebrada y resentida mente de Eva el campo fértil donde sembrar su semilla de animadversión, tirria y animosidad.
Fue la fuente de los discursos encendidos, de la división odiosa; el motor que diseñó un modelo de sociedad que multiplicara la igualdad en la pobreza y que señalara como apátridas a quienes pretendían progresar por encima de la línea permitida por la “misión”.
Benitez se propuso usar al peronismo para hacer de la Argentina una enorme misión jesuítica. Avanzó mucho. La conquista intelectual del cerebro de Eva fue su vehículo. La muerte temprana de la mujer del presidente no abortó el camino, sino que, al contrario, multiplicó el fetichismo popular.
La prédica de Benitez tuvo un increíble éxito. Logró derribar el edificio de la libertad construido por la Constitución a la que consideraba una importación execrable desde la cuna del demonio, los Estados Unidos.
Detrás de todo despotismo hay un hombre oscuro, un segundón olvidado, que pasa desapercibido. Pero cuando se desempolva la historia, es a esos siniestros personajes a los que no hay que dejar de señalar.
Brillante, como siempre. Se podría hacer la analogía con Steve Bannon. También nacionalista católico.
Como dijo Loris Zanatta: “La iglesia y el peronismo tienen la misma idea de desterrar de la Argentina a la tradición liberal y secular”
Y creo que lo están logrando al punto de irreversibilidad.
Excelente nota. El hijo de evita es del embarazo de Pedro Quartucci. Pero en 1948, cuando ya convivía con perón. Hay un período de 4 meses oscuros en su biografía, que se cree que fue a Salta y allí: 1) tuvo una hija y la dio a un convento o 2) Practicó un aborto.
Hay coincidencias que practicó un aborto y le quedaron restos de placenta; que le ocasionaron una endometritis infecciosa. Como no existían los antibióticos y eva era alérgica a la Sulfamida; la infección se hizo crónica, se convirtió en un cáncer y se le propagó a los intestinos.
Pedro Quartucci fue deleznado por el gobierno y lo separaron de sus obras. Por otra parte, Elina Colomer que era amante de juan duarte (Un cocainómano escatológico que debieron suicidar) era entronizada en todos los escenarios.
En 1955 la Revolución Libertadora, proscribe a Elina Colomer y reinstala a Pedro Quartucci en la escena.
nos años después, un productor imaginativo tuvo la idea de conjugar ambos actores deleznados por gobiernos y los puso como protagonistas de una serie muy vista (No había opciones) que se llamaba “La Familia Falcón”.
Esto fue escrito ‘a calamo currente’ y proviene de recuerdos de charlas con el sobrino del actor Raul Rossi, con quien mantengo una vieja amistad. Puedo haber errado, en particular en alguna fecha.
Buen año para todos.
Muy interesante el artículo de Carlos Mira siempre claro en la defensa de la verdad !!!
Tal cual. Excelente nota y recupero de memoria. Pero el pobrismo es sólo para el pueblo. ELLOS, que se consideran “los Esclarecidos” )simples mafiosos) se apoltronan en el Poder y la Riqueza. Y el empobrecimiento cultural, la Ignorancia. Toda esa porquería de igualdad va en contra de la naturaleza humana, que es creativa , creadora, muchas veces injusta pero es EVOLUCION. Hay muchos ejemplos en el medio para copiar. Todas estas ideas son los extremos que no sirven para nada. y solo se logra con dictaduras y empobrecimiento cultural a través de PROPAGANDA Y MAS PROPAGANDA. Pero TODOS llámense Perón, Castro, Stalin, Ortega, Cristina y todas sus bandas SOLO buscan el poder y la riqueza. TODO está cimentado en desparramar RESENTIMIENTO Y ODIO. Ellos en la riqueza. Nosotros en la pobreza, aaaah eso si “DIGNOS”……
Cuál fué la relación de este Jesuita Pobrista con el Jesuita Pobrista Bergoglio, actual Papá Francisco?
Los jesuitas siempre fueron en lo suyo bastante extremos. Como buenos sacerdotes, aman las organizaciones piramidales, autoritarias, dictatoriales. Como cualquier organización, necesita recursos para financiarse y expandirse y misionar. Necesitan sobrevivir y tener lugares en donde impartir sus doctrinas, salvarse de las crisis, etc. y para eso nada mejor que el poder. Los curas en general, siempre estuvieron muy muy cerca de los poderes terrenales… cuando no podían suplantarlos. Ergo un movimiento con el peronista que usa a los pobres que realmente desprecia para obtener votos, su ideología real es… el poder y la caja. Indudablemente las coincidencias los han acercado hasta el punto de colaborar juntos en política, como el infumable Bergoglio (Forja) y los peronistas K. El pobrismo ve muy bien a una sociedad como Cuba que son todos de pobres a pobrísimos. Eso si con una nomenklatura muy rica y poderosa. Ya públicamente lo dijo Bergoglio y también públicamente lo refrendó el lamentable presidente Fernández, el delegado de la vice, verdadera cabeza del poder: “Quiero un pueblo más pobre y menos instruido”. En Argentina lo van logrando.
Muy buena la nota y esclarecedora, al igual que los comentarios.Lenta y sutilmente nos vamos quedando inmersos en esa ideología, arrastrados por la ambición de los poderosos corruptos, que se enriquecen cada vez más en pos de la ignorancia de un pueblo cada vez más embrutecido
Podremos, los argentinos tener algun día,el gobierno que nos merecemos!!!.
Que DIOS,ilumine a todos para que podamos desterrar esta casta política tan nefasta, que tanto daño nos hace.