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El fallo de la Corte y la coparticipación

La Corte Suprema de Justicia falló ayer a favor de una cautelar que dispone que el Gobierno central debe reconocerle a la Ciudad de Buenos Aires el 2.95% de participación en el reparto federal de impuestos. Dejó para más adelante la decisión sobre el reclamo de fondo de la Capital que solicita el 3,50% de coparticipación. Tampoco dispuso aún la restitución de los dineros retirados por el gobierno de Fernández en 2020, cuando, en plena pandemia y con la excusa de atender reclamos salariales de la policía de la provincia de Buenos Aires, el presidente le manoteó los recursos al presupuesto de la ciudad.

El profesor Félix Lonigro, especialista de nota en Derecho Constitucional, ha explicado esto con una meridiana claridad. Dice Félix:  “En primer lugar, la Corte no resolvió aún el fondo de la cuestión. Solo concedió una medida cautelar, es decir, a modo cautelar, se le indicó al Gobierno de la Nación que, de la quita que le hizo a la CABA, le devuelva mes a mes el 0,63 por ciento hasta que se resuelva el fondo de la cuestión. Aquí aun no hay sentencia, solo una cautelar.

Segundo: la coparticipación federal es un sistema tributario en virtud del cual el Gobierno de la Nación cobra y recauda impuestos que corresponden a las provincias, y luego distribuye la recaudación entre todas (se co-participa la recaudación).

Tercero: esa co-participación se hace en dos pasos. 1) Se divide el total recaudado en dos partes. Una para el gobierno nacional y la otra para las provincias (distribución primaria). 2) La parte de las provincias se divide entre ellas (distribución secundaria)

Esto está previsto en una ley del año 1988 (antes de que la Ciudad sea autónoma). Es por eso que la Ciudad no entra en el reparto que corresponde a las provincias (el secundario). Lo que recibe sale de la parte que corresponde al Gobierno Nacional. Y lo que el Gob Nac le da, surge de ACUERDOS entre éste y las autoridades de la Ciudad.

ES POR ESO QUE NO SE ENTIENDE LA QUEJA DE LOS GOBERNADORES, YA QUE NO ES LA PARTE DE LAS PROVINCIAS LA QUE SE VE AFECTADA CON LA QUITA O DEVOLUCIÓN QUE EL GOBIERNO NACIONAL DEBA HACERLE A LA CABA . Lo que pasa es que la que se perjudica es la Provincia de Bs As, porque arbitrariamente Alberto Fernández quitó fondos que por acuerdos se asignaban a la CABA y se los dió a la Provincia, lo cual no correspondía porque ésta ingresa en el reparto secundario.

Lo que hay que hacer urgente es, dada la autonomía que la Ciudad adquirió en la reforma constitucional de 1994, actualizar la ley de Coparticipación para que la CABA, como unidad federativa igualada a las provincias, entre en el reparto secundario de la coparticipación federal de impuestos”.

A su vez, la llamada “distribución primaria” se compone de un 42% para el gobierno nacional y un 55% para las provincias. Del 3% restante la Provincia de Buenos Aires se lleva el 50% (es decir el 1.5% del total) mientras que el otro 50% (el restante 1.5% del total) lo llevan Santa Cruz, Neuquen y Chubut. Como se ve el nivel de discrecionalidad y de favoritismo por la provincia de Buenos Aires ya en el esquema original es innegable. 

Además la jurisdicción gobernada por Kicillof se llevó el 100% de los dineros que se le quitaron al Distrito Federal.

Frente a esta obviedad aritmética llama la atención que lo primero que se le haya ocurrido al presidente fuera citar a una reunión urgente de gobernadores como si el fallo de la Corte atacara los intereses de ellos.

Repetimos: lo dispuesto por el más alto tribunal no afecta un solo centavo de la plata de las provincias sino que se trata de dinero público que está fuera de la masa que le corresponde tanto a las provincias como al estado central.

Por eso mismo esa movida parece estar más conectada con un clásico espasmo autoritario del peronismo que cree que puede hacerle frente a un fallo de la Justicia por el mero ejercicio de la fuerza o por la amenaza de generar una crisis institucional.

Es hasta gracioso ver cómo el presidente pretende arengar una sublevación usando argumentos de “federalismo” cuando, justamente, lo que la Corte le dijo es que fue su accionar el que atacó el federalismo: fue él el que actuó como un unitario; la reposición de los fondos a la Ciudad es un reconocimiento a su autonomía federativa.

Todo este aquelarre tiene una explicación de fondo ligada a la completa tergiversación que del concepto de “federalismo” se ha hecho en la Argentina.

El federalismo real supone un esquema de autonomías internas que por motivos de naturaleza superior deciden unirse (justamente) en una “federación” para potenciar los resultados de la unión por sobre los que se tendrían de mantenerse aquellas autonomías como unidades completamente independientes.

Pero el federalismo verdadero implica que en todo aquello que no haga a la potenciación de aquellos resultados comunes, las unidades autónomas internas siguen manejándose “como si” fueran independientes.

Esa liberalidad nunca fue comprendida en la Argentina. Las provincias nunca asumieron ese desafío valiente de valerse por sí mismas. Fuimos “federales” en los papeles pero en los hechos fuimos unitarios, con las provincias siempre dependiendo de la dádiva del gobierno central.

Si queremos defender el federalismo verdadero lo primero que deberíamos hacer es incinerar el sistema de coparticipación federal y cambiarlo por un sistema legal que le devuelva a las provincias su autonomía impositiva.

Eso, naturalmente, conlleva el traspaso de una enorme responsabilidad porque los gobernadores pasarán a tener que manejarse con sus propios recursos y no con los que provengan de la presión política con la que puedan extorsionar al gobierno central.

El fallo de la Corte sobre los fondos de CABA son una excelente oportunidad para replantear desde su mismísima base cómo la federación argentina está armada y sobre cómo debería funcionar de ahora en más.

El sistema de coparticipación federal de impuestos es otro capítulo más de lo que está mal en el país y es de la mayor urgencia diseñar otro esquema que refleje los verdaderos principios que los constituyentes tuvieron en cuenta al organizar el país que soñaron.

Por Carlos Mira

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One thought on “El fallo de la Corte y la coparticipación

  1. Hugo Alberto D'Angelo

    Carlos Mira, realmente admiro siempre tu capacidad didáctica para hacernos entendible, a los legos como yo, el retorcido y despreciable entramado legal y económico pergeñando por la porquería ideológica que nos gobierna desde hace unos 75 años (y que nosotros siempre convalidamos con el voto), no yo, por supuesto, que desde el 73, si no recuerdo mal, he votado a aquellos, pocos, que pregonaban las ideas que hicieron grande al mundo hoy civilizado, desde Alsogaray a hoy Espert, hemos sido siempre minoría, hoy parece percibirse un cambio, veremos; me encantaría contribuir al sostenimiento de tu sitio, me es muy difícil, estoy ubicado en el sector de los no muy favorecidos por este EXTRAORDINARIO MODELO DE DESARROLLO.

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