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El debate

Hacia fines de 1894, en Francia, un conjunto de profesionales militares nacionalistas condenaron a Alfred Dreyfuss a prisión y al destierro en una posesión francesa de la Guyana habiéndolo acusado de entregar documentación secreta a los alemanes.

Dreyfuss era inocente. Pero solo luego de 5 años logró probarlo.

No sé por qué luego de ver el debate de ayer entre Javier Milei y Sergio Massa me acordé de Alfred Dreyfuss. ¿Será una asociación libre de ideas? No lo sé. Pero creo que la imagen vino a mí al tener muy claro que estaba presenciando una lucha despareja entre un profesional del cinismo y un inocente amateur de la política.

Lo que me pregunté enseguida fue si ser un amateur de la política es, en la Argentina de hoy, un activo o un pasivo. Será la ciudadanía la que dé una respuesta a ese interrogante.

Más tarde la magia de las redes empezó a funcionar. Se descubrió que la invitación de Massa a buscar en Google no estaba derivando a una búsqueda múltiple. Cuando el ministro candidato invitaba a buscar lo hacía usando palabras muy precisas: busquen en Google “lo que dijo Milei”.

Pues bien, resultó ser que “lo que dijo Milei” no era un conjunto de palabras clave que Massa sugería usar sino un sitio armado previamente con ese nombre y patrocinado -seguramente- por dinero público en donde aparecen completamente tergiversadas y  citadas de manera antojadiza distintas apreciaciones de Milei que, cuando uno hace el chequeo completo, nada tienen que ver con lo que el candidato liberal dijo en su momento.

O sea, aquí hay un verdadero trabajo de fabricación muy parecido al que seguramente sufrió Alfred Dreyfuss hace casi 130 años.

No hay dudas de que Massa está dispuesto a todo. La pregunta es por qué. Y la respuesta no es muy difícil. Solo alguien que tiene por el poder una debilidad enfermiza o alguien que encuentra allí la fuente de una riqueza mucho mayor a la que puede arriesgar buscándolo, es capaz de organizar una maquinaria tan sofisticada enderezada al objetivo de ganar.

Porque yendo a las cuestiones estrictamente obvias, el solo hecho de que se ponga en debate lo que significa Massa -después de que la Argentina tuvo durante más de un año y medio la muestra de su administración- es en sí mismo bizarro.

Es más, Milei aceptó ponerse en el lugar de interpelado cuando el único que debería estar obligado a dar explicaciones (después de lo que hizo con la Argentina) es Massa, el actual representante del kirchnerismo delincuencial que la Argentina padece hace veinte años.

En teoría, un profesional como Massa pero parado en el otro atril, debería haberse negado a contestar cualquier pregunta hasta que el responsable de este desastre no explique cómo se supone que los argentinos deban esperar algo diferente de él.

Otro acontecimiento histórico -esta vez ficcional- viene a resultar muy acorde a lo que la Argentina atraviesa hoy. Se trata de la novela de Franz Kafka (terminada después de su muerte por Max Brod) en donde el protagonista se ve envuelto en un proceso en el que se lo acusa de algo que él no sabe y cuyos argumentos no conoce.

De ese relato, surge la figura de las “cuestiones kafkianas” para definir situaciones en donde los hechos no pueden explicarse, muchas veces por la mismísima obviedad de la solución.

La competitividad electoral del peronismo kirchnerista y de su candidato para estas elecciones es una cuestión kafkiana. Debería resultar tan obvio que, dado cómo está el país después de veinte años de kirchnerismo, la ciudadanía lo rechazara y optara por cualquier cosa que lo enfrente, que el hecho de que la realidad marque algo bien distinto, no puede entenderse desde el pensamiento racional.

Si a eso le agrega la presencia de un personaje que no conoce las limitaciones morales ni los escrúpulos, el combo es aún más desalentador.

Está claro que Milei no juega con estas armas. Massa (en otra obvia operación de inteligencia ilegal) le insinuó saber algo de su pasado en el Banco Central como pasante. Le dijo que explicara por qué no se la habían renovado, como insinuando que la propuesta de hacer desaparecer esa institución es una especie de venganza personal de Milei contra el empleador que lo echó.

Milei simplemente dijo que en ese momento era solo un estudiante aún no recibido y que tomó la experiencia como una forma de enseñanza para mejorar en el futuro.

Si tuviera la malicia de Massa le habría respondido si el ministro estaba dando a entender tener información privada sobre su persona y su familia obtenida de la misma manera ilegal en que los argentinos se están enterando que opera su gobierno desde hace décadas en ese terreno.

Los casos de Dreyfuss y el novelado drama de Kafka dicen mucho de la Argentina de hoy: personas de buena fe arrolladas por una aceitada maquinaria de dominación, persecución y mentiras que busca hacerlas desaparecer para que solo imperen los intereses de quienes manejan la maquinaria.

Nunca dudé de la naturaleza intrínsecamente delincuencial del kirchnerismo. Su propia génesis está asociada a sótanos oscuros que han ensombrecido a la Argentina. Ahora han sumado la operatividad de un amoral. Solo resta saber si esas imágenes subliminales que, por cientos, aparecieron ayer en el debate serán apreciadas y decodificadas por los argentinos.

Tengo sentimientos encontrados frente a eso: soy pesimista, pero no pierdo las esperanzas.

Por Carlos Mira
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9 thoughts on “El debate

  1. Andrés

    Hola Charly;
    Claro ahora se entiende porque Javier se taró en ese momento que parecía una inocente pregunta cuando era solo un becario del BCRA. Que era una amenaza de carpetazo. Increíble. Veremos los comentarios de la prensa tradicional si levanta o no este punto.

  2. Arnoldo

    Sería bueno divulgarlo rápidamente ya que revela nuestro futuro y debería denunciarse adecuadamente ya que entraña una suma delictiva

  3. Marcelo De Gregorio

    Excelente su artículo.

  4. Beatriz Fernández

    MUY buen artículo informando sobre lo que es Javier. No le conocemos mucho el pedigrí de Milei. De Massa sabemos todos los días un nuevo negociado, espionaje, incapacidad para desempeñar el Ministerio de Economía y así nos va. 143% de inflación desde que asumió. Debería renunciar a la candidatura si tuviera algo de vergüenzas. GRACIAS

  5. Carlos cesanelli

    Me soprende ver que nadie menciono que masa durante el un año como ministro de economia dejo subir el dolar de 270 a 1000 y sin y la inflacion por las nubes y ahora quire ser presidente….que futuro os espera….

  6. SUSANA MARIA

    CARLOS EXCELENTE SU ARTÍCULO PALABRA POR PALABRA HECHOS REALES UN TANTO ELEVADO PARA ALGUNA GENTE .ESTOY COMO UD.PESIMISTA EN CUÁNTO AL RESULTADO PERO CON UNA PEQUEÑA ESPERANZA ‼️‼️‼️‼️

  7. Anónimo

    Masa es panqueque el que cambia cada rato de partido porque así puede seguir robando. Lo más insólito es el pueblo ignorante pero también hay un pueblo cómplice delincuente que lo acompaña en el robo por eso piden que siga Roberto

  8. Anónimo

    Masa es panqueque el que cambia cada rato de partido porque así puede seguir robando. Lo más insólito es el pueblo ignorante pero también hay un pueblo cómplice delincuente que lo acompaña en el robo por eso piden que siga Roberto

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