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Diálogo con un peronista

El único escenario en el que el peronismo kirchnerista estaría dispuesto a darle paz al país sería aquel en donde los tres poderes del Estado estuvieran en sus manos: tener la presidencia, el control completo de la cámara de diputados y de senadores y una mayoría automática en la Corte Suprema junto al control de la Cámara de Casación y de todos los juzgados federales.

Ese es el desiderátum peronista, esto es, una dictadura con la pátina “democrática” de haberse hecho de esos puestos mediante el “cumplimiento” formal de la Constitución.

Si se pudiera, la frutilla del postre sería derogar la Constitución de 1853 y restituir la de 1949, hecha a la medida del dictador Perón y hoy aggiornarla con los deseos de la reina madre Cristina Fernández de Kirchner.

Como hay otro país que resiste ese embate, el peronismo somete a la Argentina a una vicisitud permanente que consiste en hacerla vivir en ascuas, muy lejos de los parámetros de paz social mínimos que cualquier país requiere para progresar.

En este marco se inscriben los últimos dislates institucionales a los que el país se ha visto sometido.

A la cabeza de ellos, sin dudas, el abierto golpe institucional que supone notificar que el gobierno no acatará un fallo del Tribunal Supremo.

Si uno le preguntara a un peronista para qué cree que la Constitución organizó la Corte, probablemente respondería “pues para darnos la razón a nosotros”. 

-¿Y si no se las diera?

-No reconoceríamos lo que decide.

-¡Entonces no se podría decir nada contrario a lo que ustedes dicen!

-Exacto… Solo así estaríamos conformes…

-¿O sea que solo existiría la idea peronista?

-Exacto, porque el pueblo es peronista.

-Sin embargo las votaciones demuestran que hay todo un pueblo que no es peronista… ¿Qué quedaría para ellos en un sistema en donde ustedes solo respetan lo que ustedes dicen?

-Se tendrían que hacer peronistas o irse… La Argentina y el peronismo son sinónimos, son la misma cosa: si estás en contra de lo que decimos nosotros, estas en contra de la Argentina.

-Pero ese es el sistema que imperaba en el mundo hace 800 años y que, justamente, la evolución del Estado de Derecho vino a cambiar para reconocer los derechos de todos y que la suerte de los ciudadanos no dependiera de lo que se le ocurriera a un único dueño del poder… Es lo que se conoce como “democracia” por oposición al “totalitarismo” en donde un solo amo es dueño de todo… ¿Ustedes pretenden una dictadura totalitaria para la Argentina?

-La democracia es el gobierno del que gana, de la mayoría. El que gana, aunque sea por un voto, es la voz del pueblo y se tiene que hacer de todo el poder, nadie puede contradecirlo. Solo así se respeta la democracia. El que desafía ese modelo atenta contra la democracia, contra el pueblo y contra la Argentina.

-Sin embargo, la Constitución vigente dice otra cosa y la Corte Suprema es la última intérprete de esa Constitución…

-Por eso vamos a enjuiciar a los jueces de la Corte y los vamos a llamar a declarar en calidad de acusados…

-¿Acusados de qué?

-De decidir en contra de lo que decimos nosotros.

-Pero usted no puede llamar a nadie “acusado” si no hay una acusación y, que yo sepa, ustedes no tienen los números para acusar a nadie…

-Esa es una formalidad de la burguesía que representa los poderes concentrados…

-No, no, esos son los números que votó el pueblo: los representantes de la mayoría del pueblo creen que no se puede acusar de nada a los jueces de la Corte porque solo decidieron una cuestión conforme al Derecho…

-Esos son representantes de los poderes hegemónicos… Cuando la

mayoría no la tenemos nosotros no es mayoría y cuando gana otro que no seamos nosotros, no gana…

-¡Pero así no se puede vivir en paz!

-Nosotros no queremos la paz: queremos el poder, el poder completo… Y si no tenemos el poder completo no habrá paz.

-Es que sin paz no se puede trabajar, y sin trabajo habrá miseria: millones no tendrán para comer.

-Eso nos importa un soberano carajo en la medida que mantengamos el poder.

-¿El poder para hacer qué?

-¡Para que el pueblo viva mejor!

-El pueblo no vivirá mejor en un país donde no haya trabajo y no va a haber trabajo en un lugar sin ley o donde la ley dependa de la voluntad de ustedes: nadie creará trabajo en ese lugar.

-Lo que ustedes llaman “creadores de trabajo” nos chupan un huevo: el Estado dará trabajo.

-¿Y con qué va a financiar el Estado la creación de ese trabajo?

-Le pondremos impuestos a los ricos

-Pero su plan es que no haya ricos, ¿a quién gravarán entonces?

-Cuando ya le hayamos sacado todo a todos imprimiremos dinero y lo repartiremos…

-Pero eso producirá una inflación galopante que mandará a todo el mundo a la miseria…

-Ese es un verso del neoliberalismo que quiere un país para pocos.

-Pero en el país “para todos” que buscan ustedes todos son pobres… De hecho ya la mitad del país es pobre, cuando hace 40 años sólo teníamos 5% de pobreza…

-Pero hoy tenemos un país más igualitario: cada vez son más los que están en la misma situación de no tener nada.

-¿Entonces ustedes buscan eso, que la gente sea igual en el hecho de no tener nada?

-En parte si.

-¿Y en cuál parte no?

-En la parte nuestra: nosotros siempre tendremos todo.

Nos guste o no la Argentina de hoy está presa de este sinsentido. La caricatura del diálogo permite poner en blanco sobre negro el cotidiano disparate del país. 

¿Habrá manera de detener la fuerza bruta peronista? En la respuesta a esa pregunta se haya condensado el misterio que supone el inmediato futuro argentino.

>Aruba

7 thoughts on “Diálogo con un peronista

  1. Luis Flekestains

    Excelente editorial!! Cómo hacer ver al peronismo que ese no es el camino?

  2. Juan Domingo

    De los últimos editoriales, éste está escrito por la delincuente multiplicada y condenada o un K tipo el perro. Ningún Peronista de cuna acepta a estos delincuentes que ahora le están pidiendo al Movimiento Nacional la escupidera, cuando ayer los menospreciaron

  3. Hugo Alberto D'Angelo

    Juan Domingo: sí, eso es el peronismo, tal cual y lucidamente lo describió Carlos, esa mierda es el peronismo.

  4. Guillermo

    Los “Peronistas de cuna” se alinearon y se alinean atrás de los Kirchner cada ve que pudieron. La única lealtad que profesa el peronismo es a quien detenta el poder sin importar quien sea. Fue así con Menem, con Duhalde y con Kirchner. En el centro de la ideología peronista está la idolatría al caudillo de cuya mano todos comen. El país y sus representados bien, gracias. Que se las arreglen como puedan si no son peronistas. Y si son peronistas no se van a quejar porque el que los hace morir de hambre es el movimiento nacional y popular.

  5. Carlos

    Totalmente de acuerdo con Guillermo

  6. Guille

    El editorial es brillante, pero no es menos brillante lo que mi tocayo escribe, en pocas palabras…la única verdad es la realidad.

  7. Matias

    Los peronistas en cualquiera de sus vertientes (K, Massismo, JP, Menemismo, y cualquier otra variante que venga) es una mafia. Lo único que necesita es el poder. Mientras haya un capo o una kapa, que lo detente, para que “los muchachos” puedan seguir llenadose los bolsillos y ejerciendo sus abusos de poder sobre los auténticos desprotegidos del Estado, que es la gran mayoría del pueblo, estará todo bien. Lo que no soportan es que otra “familia” (por ejemplo, los de Cambiemos, el PRO o lo Radicales, y cualquier otro que venga, porque todos los argentos son peronios, todos ellos iguales de tránsfugas, vendepatrias, traidores y corruptos) regule los negocios que ellos se encargaron de gestar durante sus 75 años de vida. Pero no importa quien gobierne éstas Pampas, esta republiqueta esta perdida y sin destino. Seremos siempre una villa miseria, un páramo de monos descerebrados, sin iniciativa y sin agallas para cambiar la realidad.

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