Aruba

Rolls de canela, blends con pétalos de rosas y té de campo, las mejores opciones después de una jornada en la montaña.

Esquel es un destino especial para exaltar todos los sentidos… La montaña, ya sea esquiando, practicando snowboard o haciendo caminatas con raquetas, conquista la vista, ofreciendo postales únicas que se renuevan a cada momento… La adrenalina, la velocidad, la altura, el mismísimo camino hacia ella es un combo de oportunidades para el deleite sensorial. Luego de una jornada de montaña, Esquel ofrece múltiples opciones para profundizar en ella, ahora a través del gusto y los aromas: la gastronomía esquelense, sin importar si es dulce o salada, es una cita obligada que, en algunos casos, se complementa con otras actividades pensadas para seguir disfrutando de las virtudes de este maravilloso destino, incluso a través del paladar, fuera y dentro de la ciudad. Cada una de ellas con acento en un tipo de oferta diferente donde los menús acompañan toda una experiencia.

Tea and Haiku: el poder de sorprender a través de aromas y sabores.

En calle Don Bosco 205, Estrella, dueña del emprendimiento, aguarda a sus clientes con un servicio que se ajusta a la medida de cada uno, proveyendo una experiencia integral y completamente personalizada.

El haiku es una composición estrófica tradicional japonesa: la primera estrofa trata sobre lo permanente, la segunda hace referencia a lo impermanente, es decir: lo que cambia, y la tercera cierra con una unión entre ambas. Esto obliga a pensar las cosas desde un ángulo diferente, llamando a una observación crítica y un tanto disruptiva que en Haiku & Tea encuentra su enfoque en el té, no sólo como una bebida, sino visto más allá; uniendo la filosofía asiática con la patagónica. Estrella, que es sommelier de té, ofrece charlas y múltiples opciones para indagar en los secretos que atesora esta tradicional bebida de origen chino. Entre ellas, los maridajes son experiencias plurisensoriales a partir de los sabores, que integran desde quesos y bocaditos asiáticos hasta una exquisita pastelería, y los aromas de frutillas y flores que son cultivadas en la huerta.

Con una amplia carta de tés, ya sea de hebras puras (sin ningún tipo de mezcla) nacionales o importados, o degustando los blends artesanales, cuidadosamente realizados, el sitio invita a un momento de introspección a través del sabor: té chai con cookies, cheese-te (té con una crema de queso) son algunas de las opciones más elegidas, todo ello en un lugar sumamente cuidado en todos los detalles; desde la decoración y su mobiliario hasta en la vajilla donde se sirve el producto… un sitio ideal si se busca explorar la sinergia entre té y alimentos. Se debe hacer reserva previa. 

Gene: aires del norte mexicano en un histórico edificio en el centro de Esquel.

Gene es la dueña de este lugar. Oriunda de México, llegó a Esquel como complemento en su formación culinaria. Hoy dirige un sitio que lleva su nombre. En la esquina de Almafuerte y Sarmiento, una antigua puerta de doble hoja, justo en la ochava, ofrece un canal de conexión multicultural para degustar exquisiteces de lo más variadas. El edificio, construido en 1906, ha sido remodelado, pero salvaguardando el espíritu original, su esencia: los ladrillos vistos de su fachada se expresan en su interior, por momentos entrecortados por partes revocadas o azulejadas en colores claros… El mobiliario, en cambio, es un guiño moderno, que acompaña la estética de las vitrinas y el sector de elaboración, completamente a la vista del cliente.

Gene resguarda la herencia mexicana. Por este motivo es posible beber un café acompañado por los famosos rolls de canela, una masa laminada con manteca, que también se ofrecen rellenos con frutos rojos o chocolate. Además, se puede optar entre una amplia variedad de tortas, tartas, galletas americanas… todo artesanalmente elaborado. para los “team salado” cuentan con brunch, croissant rellenas con jamón y queso, scones de pategrás, gouda o reggianito, bagels clásicos de crudo o lomito, entre muchas otras cosas…

En Gene es posible trocar espacio y tiempo: los ojos trasladan al comensal a principio del siglo XX por las características propias del edificio; mientras el paladar permite recorrer el espacio, sin reconocer fronteras. Allí no se limita a la gastronomía argentino-patagónica, ni a la mexicana específicamente… Cuenta con opciones que pueden verse como americanas en el sentido más amplio de la expresión, y el sabor: galletas típicas en Estados Unidos (y por su cercanía también en México)  que se van modificando para ser únicas: las red velvet de chocolate blanco, las de maní con dulce de leche y chispas de chocolate; tartas y tortas tradicionales, pero también innovadoras donde el equilibrio de sabores entre lo dulce y lo ácido, entre lo frutal y lo chocolatoso garantiza un producto de excelente calidad que no decepciona.

Los Pinos y Pueblo Alto: Naturaleza y sabores con sabor a campo.

Alejados de la ciudad, ambos se imponen como opciones que enriquecen la oferta de actividades en Esquel.

Los Pinos, a pocos metros de la portada de Esquel, es un sitio que se dedica desde hace años a la equitación. Actualmente, ofrece cabalgatas que incursionan en la riqueza del espacio: vertientes de agua entre las rocas, espejos cristalinos y un fondo montañoso de inigualable belleza. Complementan su servicio con una merienda con gran variedad de productos artesanales.

Pueblo Alto, a 5 km de la portada centro del Parque Nacional los Alerces, ofrece la posibilidad de realizar canopy. Dos horas de recorrido entre plataformas ubicada sobre las copas de los árboles por medio de un doble cableado para conectar cada una de las estaciones que brindan la oportunidad de volar el bosque e incluso un cañadón de 110 metros de altura. Pero, además, cuenta con un servicio de té de campo, abierto al público en general. En una construcción enteramente de madera, se ofrece una exquisita variedad de pastelería artesanal elaborada en cocina económica y horno de barro.

Esquel: Montaña y mucho más…

Después de una jornada de disfrute en la montaña, la ciudad ofrece múltiples posibilidades para merendar, ya sea en el centro o sus alrededores. Opciones variadas para satisfacer las expectativas de los comensales y continuar con la experiencia Esquel, con servicios que, más allá de sus peculiaridades, tienen algo en común: excelencia en calidad y el mejor servicio.

English version

Cinnamon rolls, blends with rose petals and country tea, the best options after a day in the mountains.

Esquel is a special destination to exalt all the senses… The mountains, whether skiing, snowboarding or snowshoeing, conquer the eye, offering unique postcards that are renewed every moment… The adrenaline, the speed, the height, the The very path to it is a combo of opportunities for sensory delight. After a day in the mountains, Esquel offers multiple options to delve deeper into it, now through taste and aromas: Esquel gastronomy, regardless of whether it is sweet or salty, is a must-see that, in some cases, is complemented with other activities designed to continue enjoying the virtues of this wonderful destination, even through the palate, outside and inside the city. Each of them with an emphasis on a different type of offer where the menus accompany an entire experience.

Tea and Haiku: the power to surprise through aromas and flavors.

At 205 Don Bosco Street, Estrella, owner of the business, awaits her clients with a service that is tailored to each one, providing a comprehensive and completely personalized experience.

The haiku is a traditional Japanese strophic composition: the first stanza deals with what is permanent, the second refers to what is impermanent, that is, what changes, and the third closes with a union between the two. This forces us to think about things from a different angle, calling for a critical and somewhat disruptive observation that in Haiku & Tea finds its focus on tea, not only as a drink, but seen beyond; uniting Asian philosophy with Patagonian philosophy. Estrella, who is a tea sommelier, offers talks and multiple options to delve into the secrets held by this traditional drink of Chinese origin. Among them, the pairings are multisensory experiences based on flavors, which include everything from cheeses and Asian snacks to exquisite pastries, and the aromas of strawberries and flowers that are grown in the garden.

With an extensive menu of teas, whether pure strands (without any type of mixture) national or imported, or tasting artisanal blends, carefully made, the site invites you to a moment of introspection through flavor: chai tea with cookies, cheese-te (tea with cream cheese) are some of the most chosen options, all in a place extremely cared for in all the details; from the decoration and furniture to the tableware where the product is served… an ideal place if you are looking to explore the synergy between tea and food. Prior reservation must be made.

Gene: air of northern Mexico in a historic building in the center of Esquel.

Gene owns this place. Originally from Mexico, she came to Esquel as a complement to her culinary training. Today he runs a site that bears his name. On the corner of Almafuerte and Sarmiento, an old double-leaf door, right in the ochava, offers a channel of multicultural connection to taste the most varied delicacies. The building, built in 1906, has been remodeled, but safeguarding the original spirit, its essence: the exposed bricks of its façade are expressed in its interior, at times interrupted by parts plastered or tiled in light colors… The furniture, on the other hand, It is a modern nod, which accompanies the aesthetics of the showcases and the production area, completely in view of the customer.

Gene protects the Mexican heritage. For this reason it is possible to drink a coffee accompanied by the famous cinnamon rolls, a laminated dough with butter, which are also offered filled with red fruits or chocolate. In addition, you can choose from a wide variety of cakes, tarts, American cookies… all handcrafted. For the “salty team” they have brunch, croissants stuffed with ham and cheese, pategras, gouda or reggianito scones, classic raw or lomito bagels, among many other things…

In Gene it is possible to exchange space and time: the eyes transport the diner to the beginning of the 20th century through the characteristics of the building; while the palate allows you to travel through space, without recognizing borders. There it is not limited to Argentine-Patagonian gastronomy, nor to Mexican specifically… It has options that can be seen as American in the broadest sense of the expression, and the flavor: typical cookies in the United States (and due to its proximity also in Mexico) that are modified to be unique: the white chocolate red velvet, the peanut with dulce de leche and chocolate chips; traditional cakes and cakes, but also innovative ones where the balance of flavors between sweet and sour, between fruity and chocolatey guarantees a product of excellent quality that does not disappoint.

Los Pinos and Pueblo Alto: Nature and flavors with a countryside flavor.

Far from the city, both stand out as options that enrich the range of activities in Esquel.

Los Pinos, a few meters from the entrance of Esquel, is a place that has been dedicated to horse riding for years. Currently, it offers horseback riding that explores the richness of space: water springs between rocks, crystalline mirrors and a mountainous background of unparalleled beauty. They complement their service with a snack with a wide variety of artisan products.

Pueblo Alto, 5 km from the center of Los Alerces National Park, offers the possibility of canopy. Two hours of travel between platforms located above the treetops through double wiring to connect each of the stations that provide the opportunity to fly through the forest and even a 110-meter-high canyon. But it also has a country tea service, open to the general public. In an entirely wooden construction, an exquisite variety of artisanal pastries is offered, prepared in an economical kitchen and a clay oven.

Esquel: Mountain and much more…

After a day of enjoyment in the mountains, the city offers multiple possibilities for a snack, whether in the center or its surroundings. Varied options to satisfy diners’ expectations and continue the Esquel experience, with services that, beyond their peculiarities, have something in common: excellence in quality and the best service.

Por Carlos Mira

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