Este año la Convención IPW, la mayor feria de la industria de viajes y turismo de los EEUU, se desarrolló en San Antonio, Texas, la séptima ciudad mas grande del país.
La delegación argentina tuvo la suerte de tener asignado el hotel Marriott River Center on the River Walk. Y digo “la suerte” por el hotel en sí mismo -que ofrece comodidades excelentes para los huéspedes que ahora trataremos de resumir- y por el hecho de que está literalmente enfrente del Centro de Convenciones Henry B. Gonzalez, la sede física del encuentro que trajo a esta ciudad a más de 6000 delegados de todo el mundo entre compradores, suppliers y periodistas. Tener la comodidad de caminar desde el lugar donde uno se hospeda hasta donde trabajará intensamente por los próximos cinco días es algo parecido a una bendición.
El San Antonio Marriott Rivercenter on the River Walk
Ubicado en pleno centro de la ciudad de San Antonio y con vista al icónico River Walk, el hotel ofrece impresionantes vistas y un conveniente acceso a las vibrantes tiendas, atracciones y opciones de entretenimiento de San Antonio, como La Villita, El Álamo, los paseos por el serpenteante Río San Antonio, y las múltiples ofertas gastronómicas que uno puede encontrar justamente a la vera del río.
Las habitaciones han sido cuidadosamente diseñadas con toques modernos y elegantes, lo que garantiza un ambiente cómodo y contemporáneo en todas partes, especialmente para el viajero de trabajo o para el que combina el trabajo con unos días de descanso.
Los huéspedes también pueden aprovechar la piscina que es cubierta y al aire libre al mismo tiempo (la misma pileta está dividida por una gran pared de vidrio que separa el solárium al aire libre del espacio bajo techo, en una forma muy ingeniosa de aprovechar el espacio) y el gimnasio, abierto las 24 horas para mantenerse activos y renovados durante su visita.
El hotel alberga un restaurante exclusivo en el lugar, Tributary, que se enfoca en la estacionalidad y obtiene los ingredientes más frescos de los agricultores asociados, algo así como un “farm to table” que se ha hecho tendencia en los últimos años. El restaurante también tiene un comedor privado, y los huéspedes pueden disfrutar de un buffet, una cena en plato o una recepción privada con un menú curado del chef.
Los huéspedes también pueden disfrutar del Café Bocadillo, que ofrece café Starbucks, productos horneados hechos a mano, pasteles recién hechos todos los días y refrigerios y bebidas para llevar.
Quienes llegan con automóvil propio cuentan con la opción del estacionamiento por valet parking o self parking, en un inmenso garage de tres subsuelos al que se ingresa con la misma llave de la habitación.
Esa es una suerte de llave “mágica” porque por el solo hecho de acercarla al panel de ascensores del lobby automáticamente le indicará el coche que debe tomar para llegar hasta su piso.
Del mismo modo, cómo sobre las espaldas del hotel se levanta el monumental Rivercenter Shopping Mall, los huéspedes pueden acceder a él directamente desde la parte de atrás del lobby. Al regreso sólo tendrán que apoyar la llave de su habitación en el receptor electrónico para estar en el lobby nuevamente y quizás rematar la tardecita en el bar con un buen trago.
El hotel del centro cuenta con casi 7000 metros cuadrados de espacio flexible para eventos, que incluye 45 salas para reuniones y un ballroom de 500 cuadrados. El equipo del hotel puede ayudarlo a planificar cualquier reunión y conferencia, ocasión especial o celebración.
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