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Quién es el estratega detrás de la candidatura de Parolin, que salió a atacar a Francisco en la previa del cónclave

Elisabetta Piqué, La Nación

Los grandes protagonistas del cónclave que comenzará dentro una semana -el 7 de mayo-, serán 133 cardenales electores, es decir, menores de 80 años, esto está claro.

Pero en estos días de congregaciones generales, como se llaman las reuniones pre-cónclave, como es sabido también participan los cardenales mayores de 80 años. Algunos de ellos, aunque no ingresarán a la Capilla Sixtina para elegir al 267° Pontífice de la historia, también tienen un rol crucial. Se trata de los denominados “grandes electores” , “kingmakers” o ”influencers”, que son los grandes estrategas detrás de las campañas que, en estos días de frenesí, se van tejiendo para impulsar las candidaturas papables. Ellos trabajan para influenciar a los demás, sobre todo a los más novatos, no sólo en el Aula del Sínodo, donde tienen lugar las congregaciones generales, sino también fuera del Vaticano, en cenas, reuniones y encuentros informales.

Detrás de la candidatura del gran favorito, el cardenal italiano, Pietro Parolin, de 70 años y secretario de Estado del papa Francisco, se encuentra el cardenal Beniamino Stella, de 81 años, pudo saber LA NACION de fuentes informadas.

El cardenal Beniamino Stella

Stella, que pasó la mayor parte de su vida en el servicio diplomático -fue nuncio (embajador del Vaticano) en diversos países africanos, en Cuba y en Colombia- en la séptima congregación general que tuvo lugar este miércoles, tomó la palabra. Y causó shock. Stella, prelado en quien el arzobispo de Buenos Aires confiaba desde antes de ser electo papa, en marzo de 2013 -y a quien designó prefecto de la Congregación para el Clero en septiembre de ese mismo año y cardenal en 2014-, salió con los tapones de punta a atacar a Francisco, según filtró un cardenal presente.

Lo acusó de “haber pasado por alto la larga tradición de la Iglesia” que vincula el poder de gobierno con los órdenes sagrados y de haber “impuesto, en cambio, sus ideas”, al permitir por primera vez que laicos y mujeres puedan tener cargos de gobierno en la curia romana. Criticó, así, la constitución apostólica “Predicad el Evangelio”, con la que el papa argentino reformó drásticamente a la curia romana, del 19 de marzo de 2022. Este documento permitió, en efecto, que por primera vez en la historia una monja, Simona Brambilla, fuera nombrada por Francisco en enero pasado “prefecto” del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, el ministerio que se ocupa de todos los religiosos y religiosas de todo el mundo.

“En estos días hemos escuchado a varios que critican al papado de Francisco, pero el discurso de Stella fue el más duro”, contó a LA NACION un cardenal, que pidió el anonimato. Stella es considerado el estratega de la campaña para impulsar la candidatura de Pietro Parolin, “con el argumento de que es necesario que, después del papado de Francisco, que creó desorden y confusión, hace falta una figura moderada y diplomática, como la del secretario de Estado, para volver a poner las cosas en su lugar”, contó por lo bajo otro purpurado.

El cardenal Pietro Parolin (Photo by Tiziana FABI / AFP)

El cardenal Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio y también de la “vieja guardia” de los diplomáticos, también impulsa la candidatura de Parolin, el más conocido entre los 133 cardenales de 71 países representados en el cónclave. Según pudo saber LA NACION, el cardenal Re, de 91 años y otro purpurado con influencia, pidió a todos los purpurados intervenciones cortas. Hay poco tiempo y todos deben tener oportunidad de expresarse. Pero este miércoles el cardenal Joseph Zen, de 93 años, y obispo emérito de Hong Kong, no obedeció. Habló durante 15 minutos, hasta que le pidieron que se detuviera. Aunque siempre fue muy crítico del acuerdo provisorio sellado por la Santa Sede con China para la delicada cuestión de la designación de obispos, Zen no habló de eso. Sino que intervino para denunciar la sinodalidad (caminar juntos, escuchar y darle más responsabilidades a los bautizados), la gran apuesta de Francisco.

Congregación general

En un encuentro con periodistas, el director de la Sala de Prensa, Matteo Bruni, informó que en la reunión de este miércoles, en las que había 181 participantes, entre ellos 124 electores, tal como había anticipado LA NACION, se habló principalmente sobre la situación económica y financiera de la Santa Sede. Detalló que el cardenal alemán, Reinhard Marx, coordinador del Consejo para la Economía, presentó un panorama actualizado de los desafíos existentes y de los temas críticos, ofreciendo propuestas orientadas a la sostenibilidad y reiterando la importancia de que las estructuras económicas sigan apoyando de manera estable la misión del papado”.

Los cardenales reunidos en la misa de este miércoles (Photo by Tiziana FABI / AFP)

Luego el cardenal estadounidense, Kevin Farrell, hombre de confianza de Francisco que, además de camarlengo -el gestor de este período de sede vacante-, es presidente del Comité de Inversiones, habló sobre el papel y las actividades de ese ente. A su turno el cardenal austríaco, Christoph Schönborn, presidente de la Comisión Cardenalicia para la Supervisión del Instituto para las Obras de Religión (IOR), ofreció una reflexión sobre la situación actual del Instituto. El cardenal español Fernando Vérgez Alzaga (otra persona de confianza, que fue durante años secretario privado del cardenal argentino Eduardo Pironio), presidente emérito de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano (sucedido por voluntad de Francisco por otra mujer, la monja italiana Raffaella Petrini), “explicó a continuación algunos detalles relativos a la Gobernación, haciendo referencia también a algunas obras de reestructuración de edificios estatales y al apoyo prestado a la Sede Apostólica. Por último, intervino el cardenal polaco, Konrad Krajewski, Limosnero Apostólico, que ilustró el compromiso del Dicasterio con el Servicio de la Caridad, informó Bruni.

Entonces se habló del balance en rojo de la Santa Sede y de persepectivas económicas desastrosas. “El déficit será un problema muy grave para para el próximo papa, quien quiera que sea”, filtró un cardenal que pidió el anonimato, citado por La Repubblica. “Haría falta un milagro”, agregó, al señalar el problema de la disminución de las donaciones y la carga enorme que significa el sistema previsional.

Los cardenales durante la misa de este miércoles. (AP Photo/Alessandra Tarantino)

Después de tocar el complejo y preocupante tema de las finanzas, en el Aula del Sínido los cardenales oyeron 14 intervenciones. Se habló entonces de la cuestión de las vocaciones, sobre la polarización de la Iglesia y la división de la sociedad, del valor de las sinodalidad, contó Bruni. Varias intervenciones hicieron referencia explícita a los documentos del Concilio Vaticano II, en particular a las Constituciones Apostólicas Lumen Gentium y Gaudium et Spes”, agregó. Otro tema fue la evangelización, subrayando “la necesaria coherencia entre el anuncio del Evangelio y el testimonio concreto de la vida cristiana”, también dijo.

Sin imaginarse que entonces también tuvo lugar el inesperado ataque del cardenal Stella al papa Francisco -“una traición, como la de Judas”, definió a LA NACION un nuncio-, Bruni adelantó que este jueves no iba a haber congregaciones generales, que se reanudarán este viernes a las 9 de la mañana. 

El 1 de mayo, día del trabajador y feriado, los cardenales tuvieron un día libre. Pero no descansaron. En almuerzos, cenas, reuniones de a grupitos, los “kingmakers” aprovecharon para juntarse para seguir hablando, operando, influenciando, con el fin de sumar votos en favor de sus candidatos.

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