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Por Syra Ortiz Blanes para El Nuevo Herald
El Salvador ofreció albergar en sus cárceles a inmigrantes indocumentados de cualquier nacionalidad con antecedentes criminales que sean deportados de Estados Unidos, a medida que la administración Trump busca hacer deportaciones masivas. “Ningún país ha hecho nunca una oferta de amistad como ésta”, anunció el lunes por la noche el secretario de Estado, Marco Rubio, durante un viaje al país centroamericano.
El anuncio se produce mientras Rubio lleva a cabo un viaje a cinco países de América Latina y el Caribe. El viaje tiene como propósito resaltar la prioridad de la región en la política exterior de Estados Unidos del presidente Donald Trump.
Rubio también dijo que el presidente Nayib Bukele también ofreció alojar en las cárceles de El Salvador a ciudadanos estadounidenses y residentes permanentes “peligrosos” que actualmente cumplen condena en Estados Unidos.
Rubio dijo a los periodistas que luego se ofrecerán más detalles. El lunes, Bukele anunció por separado en la plataforma de redes sociales X que su gobierno le ofreció a la administración Trump “la oportunidad de subcontratar parte de su sistema penitenciario” al colocar a criminales convictos de Estados Unidos en el mega sistema de cárceles del país. “La tarifa sería relativamente baja para Estados Unidos, pero significativa para nosotros, haciendo que todo nuestro sistema penitenciario sea sostenible”, escribió Bukele. En 2023, Bukele abrió un penal de máxima seguridad conocido como CECOT, o el Centro de Confinamiento del Terrorismo.
La prisión, que según el gobierno salvadoreño puede albergar hasta 40,000 reclusos, es parte de la ofensiva del país contra el crimen organizado. El gobierno de Bukele señala la caída de las tasas de homicidios como prueba de que su campaña anti crimen es exitosa.
CECOT, el Centro de Confinamiento del Terrorismo de El Salvador, es la prisión más grande de América Latina. Inaugurado en 2023, el centro de máxima seguridad tiene capacidad para 40,000 reclusos. Pero los grupos de derechos civiles dicen que las condiciones en la mega prisión CECOT, la más grande de América Latina, violan los derechos humanos.
Los periodistas también han encontrado evidencia de que muchas personas inocentes han sido detenidas entre las decenas de miles de arrestos que el gobierno de El Salvador ha llevado a cabo en los últimos años.
El Departamento de Estado de Estados Unidos confirmó la propuesta de El Salvador, calificándola de “un gesto extraordinario nunca antes extendido por ningún país”. La agencia dijo que Bukele acordó aceptar a todos los miembros de la pandilla salvadoreña MS-13 que se encuentran en Estados Unidos ilegalmente. “También prometió aceptar y encarcelar a inmigrantes ilegales violentos, incluidos miembros de la banda venezolana Tren de Aragua, pero también a inmigrantes ilegales criminales de cualquier país”, añade el comunicado. Acuerdos de deportación Durante su campaña presidencial, Trump prometió que si fuera electo lanzaría deportaciones masivas.
Pero cumplir la promesa requiere personal y dinero que la infraestructura federal de deportación, que carece de recursos suficientes, no tiene, han señalado tanto defensores como funcionarios. También requiere la cooperación de países que son grandes fuentes de migración a Estados Unidos, como Cuba, Nicaragua, Haití y Venezuela. Durante el fin de semana, Trump anunció en plataformas de redes sociales que el gobierno de Nicolás Maduro había acordado recibir deportados de Venezuela y pagar su transporte de regreso.
No ha habido vuelos de deportación a Venezuela desde hace un año, luego de que fueron suspendidos tras que escalaran las tensiones diplomáticas con Estados Unidos. El Departamento de Seguridad Nacional reconoció previamente en documentos judiciales que su capacidad para enviar personas de regreso a Nicaragua, Haití, Cuba y Venezuela era “en general limitada”.
En el caso de Haití, la situación de seguridad ha interrumpido anteriormente las deportaciones. Bajo la administración Biden, México había acordado previamente que recibiría hasta 30,000 nicaragüenses, haitianos, venezolanos y cubanos por mes siempre que Estados Unidos les ofreciera vías legales para reducir la migración indocumentada, según los registros judiciales.
La administración Trump puso fin a ese programa, que permitía a los nacionales de los cuatro países vivir y trabajar temporalmente en Estados Unidos durante dos años, siempre que pasaran controles de antecedentes y de salud. Ese hecho plantea dudas sobre el futuro de las deportaciones mensuales entre Estados Unidos y México.
El acuerdo de El Salvador para aceptar inmigrantes de terceros países parece ser otra forma para que Estados Unidos evite posibles obstáculos para enviar personas de regreso a países que no aceptan consistentemente a deportados. En 2023, El Salvador comenzó a cobrar elevadas tarifas de tránsito a los pasajeros de países africanos que llegaban a su aeropuerto internacional. Los expertos entendieron en gran medida la medida como un intento de frenar la migración irregular, ya que los migrantes utilizan Centroamérica como trampolín hacia la frontera entre Estados Unidos y México.
Estados Unidos y El Salvador también llegaron a un acuerdo para fomentar la “cooperación nuclear pacífica” entre los dos países, centrada en fomentar la energía nuclear, la cooperación económica y la no proliferación de armas de destrucción masiva. El miercoles Rubio tenía previsto visitar República Dominicana, históricamente un aliado de Estados Unidos en América Latina. Los dos países discutirán temas de inmigración, así como Haití, una gran fuente de migrantes desplazados en todo el hemisferio occidental. Por otra parte, 60 oficiales militares de El Salvador, todos especialistas en aviación, llegaron a Puerto Príncipe el mismo día. Se unirán a la misión multinacional de apoyo a la seguridad encabezada por Kenia contra los gigantes en Haití. El gobierno canadiense facilitó su transporte.