Aruba

Tiros en el pie

Calgary, Canadá, finales de los’70

Yuri Bezmenov fue un agente de la agencia estatal soviética Novosti que terminó desertando a Occidente mientras estaba asignado a la India.Una vez radicado en Canadá publicó varios libros en los que explicó lo que él llamo “subversión ideológica” en el que describió cómo la entonces URSS había diseñado un plan muy largo y muy lento de lavado de cerebro (entre 50 y 60 años de duración) y que constaba de 4 etapas: desmoralización, desestabilización, crisis y normalización. La primera etapa (desmoralización) dura entre 15 y 20 años porque los soviéticos habían calculado que se requería bombardear un cerebro durante 2 generaciones para formatearlo de acuerdo a sus intereses. Una vez formateado el cerebro no había forma de evitar que la gente que había sido “programada” de ese modo no terminara alcanzando, por la evolución natural de la vida, puestos de decisión sensible en la vida pública o privada de un país.Según Bezmenov la URSS lanzó a través de agentes en todo el mundo un proceso de subversión ideológica a escala planetaria…

Buenos Aires, Argentina, verano de 2025

Lo que hubo detrás de la marcha del sábado no fueron derechos sino dinero. Y el miedo a “perder derechos” esconde el miedo a perder plata. La plata que por años fluyó fácilmente y sin esfuerzo desde los bolsillos de los argentinos comunes a los bolsillos de los que entendieron el yeite de la mentira.

Que una contracorriente, alguien (sea quien sea) o alguien que es el intérprete de esa contracorriente les venga a poner en peligro el negocio, no les gusta. Por eso usan todo el poder que tienen para encantar serpientes para atraer a una manada de idiotas (que comen o no del mismo estofado pero que, desde ya y en el “mejor” de los casos, no engullen las mismas porciones que ellos) para armar una puesta en escena “contra el fascismo” y “contra el racismo”.

¿Perdón? ¿Contra el fascismo y el racismo? Pero, ¿me parece a mí o la marcha estuvo claramente dominada por peronistas y comunistas? Es decir por personas que reivindican un líder cuyo máximo referente se inspiraba en el creador del fascismo moderno (porque antes de Benito Mussolini hubo varios fascismos) y en otras que defienden una anomalía que separaba a la gente en guetos y que fusilaba homosexuales, como, por su propia mano, presumía de hacer el Carnicero de la Cabaña, Ernesto Guevara Lynch.

Todos estos muchachos consiguieron inventar un curro que consistió en llevar al poder una concepción que, desde el poder y usando el poder, podía aprobarles la financiación de una vida fácil, fondeada por argentinos que, como esclavos sin saber que eran esclavos, trabajaban para ellos. Algunos lograron encaramarse hasta los mismos sillones del Estado y no solo mantener viva la idea de la “ampliación de derechos” para fondear a parásitos que vivían de esa mentira, sino convertirse en burócratas bien pagos, usufructuarios de los beneficios de los dos costados del mostrador.¿Cómo reaccionaría toda esa élite frente a alguien que -representando a millones que por fin se dieron cuenta o, al menos, se cansaron del jueguito- les vino a cortar el chorro?

Ahora, por ejemplo, las Madres de Plaza de Mayo se declaran “zurdas, travestis, putas, homosexuales, diversas y pobres”. Es que robaron demasiado con el verso tendencioso de los DDHH: ahora van por otro. Es notorio cómo esta gente tiene la necesidad locomotriz de mantener vigente la idea de que todo lo que no sea ellos mismos es la dictadura: Macri era la dictadura; Milei es la dictadura; la democracia empezó en 2003 y los militares gobernaron hasta hasta que, el 25 de mayo de ese año, llegó el Redentor de los Derechos, a la postre conocido también como el jefe y creador de la mayor organización mafiosa que se haya hecho cargo del Estado.

Dije “necesidad locomotriz” en el sentido ferroviario de la expresión: es decir contar con una fuerza que arrastre un tren de adeptos que al mismo viven y alimentan a la máquina. Si uno mira lo que hay detrás de la payasada LGBTQ+ es una enorme estructura estatal fondeada por dineros públicos. Dineros aportados por todos los trabajadores y que terminan enriqueciendo (o haciéndole la vida más fácil) a una minoría.

Inventar dependencias estatales con el nombre de un problema o de una “minoría perseguida” y luego pasar a vivir del problema o de la minoría perseguida (con lo cual el principal objetivo de esa organización no es terminar con el problema sino mantenerlo) es más viejo que la puerta.

De nuevo: allí no hay ni preocupación ni defensa de derechos, hay interés en que el flujo de plata no se corte. La izquierda, que no puede aspirar a ser financiada por dinero privado voluntario (porque ningún tipo normal con dos dedos de frente puede creer en semejante pelotudez, con lo que no pondría un peso allí) debe estar (y de hecho esa es una de las principales tareas a las que están abocados en todo el mundo) pensando todo el tiempo cómo absorber (robar) dinero público sin que la gilada se dé cuenta.

Crear organismos públicos que tengan por finalidad la defensa de un derecho o la protección de una “minoría” es una táctica que tiene varias ventajas, a saber:

1.- puede servir para auto-presentarse como “preocupados”por los intereses de los demás,

2.- esa “preocupación” puede traducirse en votos que los lleven al poder,

3.- una vez en el poder pueden tener el peso necesario para convencer a la nomenklatura de crear los organismos que “produzcan” la magia del dinero fácil proveniente de los inocentes bolsillos de los ciudadanos.

Esto, sin hablar del fenomenal acceso a una puerta de corrupción que pueden abrir con total facilidad (léase “Sueños Compartidos”, “Plan Qunita”, “Ministerio de Género”, “Ley de Cupo Trans en La Administración Pública”, etc, etc -estaríamos todo el año escribiendo si aspiráramos a describirlas a todas-).

De modo que a veces, tener enfrente a alguien que se puede ir de mambo hablando con sinceridad brutal, hasta puede resultarles beneficioso.Aún así, son tan obvios que frente a un presidente que -en el extremo-los acusa de pedófilos, no tienen mejor idea que marchar en pelotas con chicos de 8 años a medio metro. Son idiotas… O se creen intocables.

Es más, por detrás de los micrófonos de algunos movileros que cubrían la marcha se escuchó algún que otro infaltable “Viva Perón”, recordando el nombre del líder que se acostaba con chicas del secundario. Termismo al palo.

Hubo otro costado de la marcha que pasó más inadvertido oculto detrás del cachivache que suelen entregar en están manifestaciones los grupos LGTBQ+. Fueron aquellos que gritaban “yo soy marrón” (o “soy marrona”) insinuando una onda racista que, si alguna vez existió en la Argentina, más bien fue en sentido opuesto al sugerido en esta convocatoria.

El intento de imponer una narrativa racista en el país no solo es falsa: es desopilante.

Nadie puede estar seguro de cual será el futuro de estos impresentables en manos de una sociedad que le entregó, no hace mucho, 20 años de su futuro al kirchnerismo, pero no hay dudas de que el espectáculo que entregaron el sábado no es más que una confirmación de que no hay ninguna sinceridad en ninguno de sus eslóganes. La sola presencia de algunos personajes como Kicillof, Mayra Mendoza o el propio Máximo Kirchner, es suficiente para que la prueba de cargo pueda darse por satisfecha.

No hay mucho más que probar. De todas maneras el presidente debería aprender la lección: cuando el adversario está equivocándose no hay que distraerlo. No hay ninguna obligación de andar tirándose tiros en los pies. Les regaló esa distracción gratuitamente.

El adversario es tan obtuso y está tan desesperado por no perder las cajas de dinero y de privilegios que consiguió en las últimas dos décadas que se mueve como un animal enceguecido. Pero cuidado: quien se presentó ante la sociedad para terminar con todas esas payasadas no debería regalar ni un tranco de pollo: es la evidencia de la superioridad de un sistema sobre el otro lo que debe enviar a esta manga de oportunistas a su ostracismo final.

Bezmenov murió sorpresivamente a los 53 años en Canadá, en 1993. Los médicos aseguraron que habia sufrido un “accidente cardiaco”.

>Aruba

2 thoughts on “Tiros en el pie

  1. Ariel Ferrero

    No conocía el plan soviético. Muy buena historia para entender que no es tan difícil dominar una “manada humana” con ideales implantados y derechos no hace falta que nadie diga que son tuyos. Ser homosexual no es un derecho es una elección personal.
    Saludos Carlos
    Ariel Ferrero

  2. Anónimo

    Esto es la famosa teoría Woke que Trump sacó a publicidad. No es nada nuevo , solo el nombre , fue y es la teoría revolucionaria soviética ( cuba , Venezuela y demás intelectuales ) q solo pueden vivir de los estados ( ellos mismos ) inventando derechos para sus militantes y votantes , dándoles limosnas en nombre de la revolución del pueblo. Acuérdense de la frase. Donde hay una “ necesidad hay un derecho “ cfk. Bueno , quien paga eso y quien lo recibe. ? Por eso el estado argentino está lleno de inútiles q jamás trabajaron y solo están ahí como militantes de orgas políticas , incapaces de trabajar en nada privado o de ganarse el sustento en forma privada .

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