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Nadie es delincuente porque todos lo son

Alguna vez el presidente Gustavo Petro, de Colombia, -el mismo narcoterrorista que, en colusión con el regimen chavista, integró la banda criminal que hoy está explicando con lujo de detalles Hugo “El Pollo” Carvajal en su verborrágica confesión en EEUU- dijo que si en Colombia , de repente, se eliminaran varios delitos del Código Penal “no habría duda de que en Colombia habría menos delitos”.

Esta lumbrera podría haber propuesto, siguiendo ese mismo criterio, que el Código Penal se derogara por completo con lo que Colombia se habría convertido en el primer país completamente “crime-free” de la historia de la humanidad.

Parece mentira que el mundo tenga que ser testigo de estas sandeces, pero está claro que, en materia de delirios, la delincuencia del comunismo y de otros extremismos de izquierda no tiene limites.

Quien parece estar detrás de las clarividentes enseñanzas de Petro es Carlos Bianco, el violador serial de controles de alcoholemia (que hace las veces de ministro de gobierno de la provincia de Buenos Aires) cuando intentó explicar las llamadas “candidaturas testimoniales” bajo el argumento de que están permitidas por la ley y de que se han utilizado “siempre” en la Argentina.

Una máquina de mentiras especialmente diseñada por la última tecnología disponible de la IA no habría sido capaz de superar el promedio de embustes que Bianco emitió en apenas un puñado de segundos.

En efecto, es mentira que las candidaturas testimoniales estén “permitidas” por la ley: la ley ni siquiera las contempla porque, claramente, cuando las leyes electorales fueron escritas el legislador no imaginó posible que el poder fuera tomado y ejercido por una banda criminal como el kirchnerismo dispuesta a cometer estafas a la luz del día sin que pase nada. Entonces la legislación simplemente NO DICE NADA SOBRE ESTE ENGENDRO. Pero, claramente, no dice “los partidos podrán presentar candidatos falsos que, al momento de tener que asumir, no asuman”

Para los que intenten justificar entonces esta mentira sobre la base de que todo lo que no esta expresamente prohibido está permitido, les recuerdo que no es que matar está mal porque es un delito contemplado en el código penal. Es al revés: está contemplado como delito en el código penal porque matar está mal.

En este caso, presentar candidatos falsos a unas elecciones en donde, abiertamente y por adelantado, se sabe que esos candidatos no van a asumir las funciones para las que resulten electos, es una estafa electoral, independientemente de lo que la ley expresamente diga. Es una maniobra delictiva más de quienes no son otra cosa más que delincuentes con el traje de políticos.

También es totalmente falso que esta estafa hayas sucedido “siempre” en la Argentina. El único antecedente claro que hay es el promovido por (quién sino) Néstor Kirchner en 2009 cuando llenó los primeros lugares de las listas peronistas con nombres de figuras que se sabía de antemano que nunca asumirían sus funciones porque ellas mismas, antes que nadie, lo habían hecho saber antes de las elecciones.

Lo que realmente parece mentira es que el estado social y mental del país haya llegado a un punto en donde un conjunto de delincuentes como estos sepan que se pueden dar el lujo de llevar adelante estos estropicios porque no va a ocurrirles nada, y de que puedan afirmar mentiras groseras sin que tampoco nadie les diga nada.

La situación se asemejaría a la organización de un partido de fútbol que prometiera la presencia de estrellas del deporte en un partido conmemorativo con el objetivo de vender las entradas y de que luego, cuando todo estuviera vendido, confesara que, en realidad, quienes protagonizarían el juego serían otros jugadores que nadie conoce y que, si se hubieran conocido a tiempo, no habrían vendido una sola entrada: una burda y vil estafa.

El código penal define la estafa como el delito en el que alguien mediante “un ardid o engaño” logra embaucar a la víctima para que esta le transfiera patrimonio (dinero o bienes) al criminal.

Se trata de una definición que calza perfectamente con lo se disponen a hacer Kicillof, Bianco y toda la banda kirchnerista de la provincia de Buenos Aires.

El conductor que tiene por costumbre manejar ebrio, dijo que tienen derecho a hacerlo porque quieren ganar esta elección, entonces están en su derecho “de poner a los mejores”.

Con independencia del juicio valorativo que uno pueda tener respecto de personajes como Verónica Magario, el acosador Fernando Espinoza, Jorge Ferraresi, Juan José Mussi, Mario Secco, Fabián Cagliardi, o Andrés Watson (que pueden ser los “mejores” para Bianco pero que para muchos otros son quienes integran la cúpula de la banda) lo cierto es que decirle a la gente que ellos SON los candidatos y, una vez terminada la elección, se pongan en su lugar a otros monigotes que la gente no votó o que aparecían en lugares secundarios de las listas, configura el “ardid o engaño” que el Código Penal considera característicamente definitorio de la estafa.

Que estos mecanismos delictuales puedan ser hablados y usados a la vista de todos SIN QUE OCURRA NADA (y que incluso algunos hasta puedan llegar a merituar porque en definitiva “esto es para vivos”) es lo verdaderamente grave de todo el escenario, porque esa indiferencia está marcando un nivel de deterioro moral de la sociedad que no se sabe si tiene arreglo por el mero hecho de acomodar algunos números económicos.

Es más, es perfectamente posible que el descalabro económico haya sido causado por esta anomalía ética que el país empezó a tolerar a partir de la existencia del peronismo.

Dar por sentado que lo que está mal está bien (como pretendió vender Bianco al decir que la maniobra “estaba permitida”) no es una conducta neutra. Cuando un país empieza a perder la claridad de la frontera que divide lo correcto de lo incorrecto (llegando incluso a escalar al punto de elevar al “incorrecto” a una especie de pedestal de viveza) esa conducta genera otros miles de efectos que se independizan del específico campo de la ética y se exportan a otras actividades (como la económica, por ejemplo) generando una disfunción que termina por desmoronar el funcionamiento social completo.

Esto es lo que ha hecho el peronismo: ha demolido los pilotes que le daban a la sociedad certezas sobre lo correcto y lo incorrecto, sobre lo que está bien y lo que está mal, sobre lo que se puede hacer y lo que no se puede hacer (todo esto sin que sea necesario escribir ninguna ley).

Esta naturalización de lo relativo también esmeriló y tornó difusos los premios y los castigos porque algunos empezaron a creer que había que premiar lo que otros consideraban que debía ser castigado.

Este disloque de conducta es bien claro en este tema las candidaturas testimoniales en donde algunos -como Bianco o Kirchner en su momento- lo consideran una genialidad mientras que otros lo consideran una estafa.

Mientras la Argentina no ponga en claro en qué lugar se posiciona una mayoría social indiscutible respecto de cosas como estas, el país seguirá a la deriva y con la siempre pendiente espada de Damocles de que el poder total vuelva a manos de quienes hacen del delito una actividad normal… Tan normal que si persisten quizás lleguen, algún día, al ideal que con tan maliciosa candidez expresó brutalmente Gustavo Petro: un país en el que, como todos son delincuentes, nadie lo es.

Por Carlos Mira

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4 thoughts on “Nadie es delincuente porque todos lo son

  1. Juan

    Matar esta mal estoy de acuerdo
    Pero ud. Tiene auspiciante a una fabrica
    De cigarrillos y el cigarrillo mata.
    Hay algo raro ahi o de hipocresia.

  2. José Luis

    El título del artículo lo resume perfectamente

  3. Fulanito

    Juan, el cigarrillo (como el azúcar, el sodio o las grasas saturadas, por ejemplo) NO mata, en todo caso aumenta las probabilidades de generar “enfermedades” que tienen el potencial de terminar con la vida de una persona. Yo jamás he fumado, teniendo la suerte de vivir en un país donde no están prohibido los cigarrillos, lo que podría generar (si se prohibieran) un mercado negro, con todo lo que ello implica. Yo no conozco a ningún fabricante de cigarrillos que apuntara con un arma a alguien para que fume. ¿Usted?

  4. Carlos

    Sigo la “batalla cultural ” basta con ver
    En Russia Today q habla mal.de Milei y
    Los Evangelicos para saber q vamos x
    El buen camino. Acaso Rusia no invadio
    Ucrania ella rompio el “Statu Quo”
    Rusia solo cree en sus fuerzas armadas
    No cree en la Produccion o Comercio.
    Esta llegando a su fin Putin

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