El periodismo permite darte algunos lujos que están vedados para otras profesiones. Y esto que tienen aquí es un lujo, queridos lectores. El ser testigo de una especie de foro económico entre varios economistas de los más destacados de la Argentina sobre la dolarización es el lujo que les traigo hoy.
Muchas veces uno recurre a esa metáfora de querer ser una mosca en la pared para escuchar de primera mano lo que se dice en una reunión importante en la que se habla libremente.
Bueno: yo tuve la oportunidad de ser mosca. Pude ser testigo de un apasionante debate entre estos profesionales de primerísima línea sobre uno de los temas que mas interrogantes levanta para los meses siguientes.
Después de que el gobierno de Javier Milei retirara el proyecto del Ley Bases se tuvo la sensación de que la pata expansiva del cambio votado por la gente el 19 de noviembre, había sucumbido víctima de los representantes de la Argentina que, habiendo perdido la presidencia en Noviembre, había logrado mantener, sin embargo, un bastión de considerable resistencia en el Congreso.
En efecto, consciente de los efectos colaterales negativos del ajuste fiscal, el gobierno produjo dos piezas jurídicas (un DNU y un proyecto de ley) para que la liberación de las ataduras provocadas por la maraña de regulaciones acumuladas a lo largo de un siglo compensara los efectos contractivos del ajuste por la vía de expandir la economía fuertemente.
Parte de esas medidas proponían eliminar el peso como moneda de curso legal (porque esa es el arma demagógica preferida del populismo) y cerrar la agencia que la canaliza (el BCRA) aspirando a que, de esa manera, quedara abortada la posibilidad de usar aquella arma que pulveriza el poder adquisitivo de la gente.
El camino para la eliminación del peso es lo que comúnmente se llama dolarización.
Cuando la Ley Bases cae, se gesta este debate. No voy a revelar los nombres de ninguno de los economistas para seguir conservando mi condición de mosca y para mantener la amistad de todos, aun cuando la mosca les pidió permiso para hacer público el debate. Todos aceptaron.
Uno de ellos empezó todo diciendo: “No hay dolarización. No hay DNU (está judicializado). No hay ley ómnibus. Hay menos tiempo y menos capital político. Hay un plan monetario transitorio (ahora con más incertidumbre) a no sabemos bien qué. Y hasta ahora, me parece, que la reacción ha sido poco conducente para conseguir acuerdos y así pasar estas reformas”.
Al toque un colega tan encumbrado como el primero dijo “Coincido casi con todo. Respecto al “no sabemos bien qué” creo que es, primero, a la unificación cambiaria y, luego, a la dolarización. Lo que pasa es que creo que el equilibrio fiscal es condición necesaria para estabilizar, pero no suficiente. Si no se logra dar confianza respecto a que el cambio de rumbo va en serio, no va a haber recuperación económica rápida y esto vuelve todo políticamente inestable y, creo, hasta inviable.
El primer economista entonces aclara, “Puede ser y entiendo que es el mensaje [que el Presidente Milei ha dado], pero el Presidente ha dicho muchas cosas que no han sido ciertas o respecto de las que luego ha cambiado repentinamente de opinión. Si bien coincido con su mensaje, mantengo una sana dosis de escepticismo… De ahi el ‘no se bien a qué’”.
No tardó mucho en aparecer un tercer economista, también de la elite argentina, para decir “En enero tuvimos déficit financiero cero. El año pasado había sido del 6%. El DNU esta vigente, salvo la parte laboral. Con el programa transitorio buscan licuar el déficit y los pasivos remunerados y recuperar reservas. Consiguieron 5000 palos en dos meses. Durísimo ajuste: los fiscalistas del CEMA deberían estar contentos… Los que queríamos un programa de reforma monetaria expansivo y dolarización nos cuesta estar contentos porque este programa es demasiado doloroso. Pero si logra mantener el rumbo, va a sacar a la Argentina adelante. Creo que los que somos liberales debemos apoyar aunque podemos señalar algunos puntos que no nos gustan. La Ley Bases sería muy importante para la economía… El problema de la no-dolarización es el exceso de dolor que implican los planes alternativos.”
-“En el caso de no ir por la dolarización hay también una cuestión de tiempos y lags. Estas reformas, sin dolarizar, (a) llevan tiempo hacerse y (b) lleva tiempo para ver y percibir los efectos. Una dolarización te genera un shock positivo más rápido (te dal el tiempo y capital politico que no tenés de entrada). Tambien ayuda a que las reformas sean creíbles a largo plazo, sino tampoco van a tener un efecto muy profundo. Ejemplo, muy bien el deficit cero hoy. Pero hasta que no vea una tendencia robusta es poco creíble. Y ese tiempo es muy valioso.
-“Coincido. Pero no veamos todo negro”, dijo enseguida uno de los mas fervorosos partidarios de dolarizar.
-“Coincido! No es fácil pero hay buenas noticias en lo fiscal y monetario. Es fundamental cerrar este año con equilibrio fiscal, con inflación en descenso y sin cepo. En 2025 debería dolarizarce y que vengan las legislativas. La Ley Bases posiblemente duerma un par de años para ver la luz con el nuevo congreso…”
-“Entro tarde”, dijo otro y siguió: “La ley bases no la volteó solo el Congreso, sino también la torpeza de no negociar. Negociar no es claudicar. Cuando voy a negociar con mi lista de precios a un cliente nunca traigo todo lo que quiero. Obtengo y cedo. Eso no me transforma en vegano… Aparte no es cierto que Milei no negocie. Eso es falso. Negocio mal, que es otra cosa. No podés negociar desautorizando a tus negociadores. Les saco la espada y les dió un escarbadientes en el Congreso!!! Si no hubiera negociado (mal) no hubiera echado a Royón y a Giordano. La realidad es que no hay reforma laboral, ni hay ley bases. Por un capricho y un poco de histeria no tenemos moratoria, blanqueo, blanqueo laboral ni RiGi. La construcción consecuentemente paralizada y empezaron los despidos. Hasta ahora es ajuste sin reforma y no hay tiempo. Seamos realistas. Los caprichos y la pleitesía no son gratis. Pero aún se puede arreglar…”
El debate sube de temperatura: “Esa es mi receta: Dolarizar y bajar impuestos y me ato al mástil”
-“¿Sin reformas previas?”, dice inmediatamente otro de los profesionales.
La respuesta no se hizo esperar: “Lo primero que yo hubiera hecho es dolarizar. Por supuesto que simultaneamente con el DNU… Y creo que eso te hace ganar las elecciones del año próximo porque en octubre del año proximo la inflación seria cero”.
-“Pero creo que económicamente, es mejor dolarizar una vez aprobadas las reformas y puesto en orden un poco la economía”.
-“Exacto”, dice otro. “El tema es cómo capitalizar el Central. Creo que económicamente, es mejor dolarizar una vez aprobadas las reformas y puesto en orden un poco la economía. Sobre todo habiendo logrado mejorar las cuentas fiscales. El tema es si se elige maximizar el proceso económico o el político”.
-“El tema es que la cuestión no solo es política: dolarizar es expansivo y menos doloroso para la gente y facilita las reformas. Este programa es contractivo, la dolarizacion es expansiva”.
-“Entiendo, pero por como le dejaron el BCRA, necesitas algunos pasos previos para obtener recursos para la dolarización y alguna ley. De todas formas, siempre pensé que con poco poder en el Congreso era mala idea mandar una Ley Ómnibus. Yo hubiera mandado tres o 4 con distintos temas. Así ibas consiguiendo éxitos que pudieras mostrar y sin el riesgo de un gran fracaso que empantane todos los temas (el BCRA, lo fiscal y la inflación). El problema de dolarizar es cómo aterrizar el tipo de cambio real, en un descalabro inflacionario, gastador como te dejaron… Igual creo que ese problema es menor. Porque si te jugas a un ajuste fiscal dramático es muy difícil que termines con el tipo de cambio apreciado. Pero yo no descarto que se nos venga una dolarización… Aunque no estoy seguro de cómo es la cuestión legal. Y si no, tendrás que pasar cosas por el Congreso para efectivizarla.”
Allí normas se prende otro: “Si la dolarizacion implica fijar un “número mágico” para cambiar los pesos por los dólares (por supuesto, tienen que estar los dólares en el bcra para poder hacer el cambio) me resulta altamente peligroso dolarizar en un estado de volatilidad, dispersión de precios y retrasos/ adelantamientos de precios como el que tenemos. Porque después de dolarizar necesitas flexibilizar mercados ipso facto. Y con este Congreso en contra no sé si las reformas saldrían. Y si no salen ya tenemos la Convertibilidad para saber cómo termina todo. Pero entiendo que es válida también la estrategia de los dolarizadores del primer momento para ‘hambrear a la bestia’… Es un dilema…”
Quien más defiende la dolarización dice: “Me encantaria tener las condiciones ideales. Y si les lleva hasta junio, para mejorarlas ok. Pero, yo prefiero dolarizar aun con errores, que no dolarizar. Pienso que si Milei dolariza, quedará en la historia, si no lo hace, los riesgos creo que son mayores”.
-Yo temo que si dolarizan antes que las reformas, seamos el primer país en adoptar una moneda extranjera para luego volver a la moneda local”.
Otro, inmediatamente, suma el caso ecuatoriano: “Desde el Banco Central de Ecuador hasta Chase decían que no había dólares para dolarizar en aquel país. Se dolarizó de todas maneras”.
-Si tuvieras todos los dólares, fijás el tipo de cambio y listo. Sin ley de dolarización, dudo que todos no vayan a cambiar sus pesos por dólares. El riesgo sería alguna corrida bancaria; porque los activos de los bancos quedarían en otra moneda. Sin dólares, para gestar los instrumentos necesarios, y para transformar los activos de los bancos necesitás leyes. No creo que este Congreso las sancione. Ojo, que creo que dolarizar se puede; pero no en el corto plazo.
De repente alguien mete una pregunta disruptiva: ‘Muchachos, ¿puedo hacer una pregunta pava? Milei dice que recibieron de reservas (- 11.000) y que el gobierno compró 7000M. La base es 8000M, por lo tanto 7000/8000, estamos cerca de dolarizar. Pregunta, ¿no debería el BCRA comprar 4000 más para cubrir los (-11000) que son de los ahorristas y a partir de allí iniciar la cuenta?”
-Está mas cerca que antes. Debería tener al menos ese número neto. Puesto de otro modo, si sigue a este ritmo, lo podría hacer en breve. Al menos eso interpreto yo”.
Otro, introduce una voz de alarma: “Dolarizar en este camino de suba feroz de precios en dólares… ¡Qué error puede llegar a ser!”
-“No creo que esté en la cabeza el gobierno hacer esto ahora”.
-“Una vez que se dolarice, si se logra la apretura económica, los precios de transables se acomodan. Los servicios sí que irán subiendo, y los ingresos se recuperan también para luego crecer mas…”
-“Mi única preocupación es que no se dolarice”, redobla la apuesta el mas confiado en la táctica de “hambrear a la bestia”.
-“Coincido”, dice otro. “Tampoco es tan relevante como se cree cuántos dólares tengas al momento de dolrizar. El solo anuncio significaría un cambio de expectativas muy favorable para recuperar depósitos en dólares, y, entonces, el número cambia. Además se le da un lapso de tiempo a la gente para convertir sus dólares durante el proceso. Pueden ser 9 meses como Ecuador y hasta dos años. Ecuador dolarizó sin dólares… Dicho esto, el plan hoy es acumular unos 30.000M de dólares en reservas este año. Con eso ya se puede dolarizar. Con equilibrio fiscal y el balance con el que cierra el año el BCRA, Argentina a podrá acceder a deuda en dólares para sumar los dólares que falten. Pienso que en la segunda mitad de este año, o en los primeros meses de 2025, se tendría que anunciar formalmente”.
Pero, las dudas continuan: “Con todo respeto a los “dolarizadores”… Los paìses que ingresaron al euro primero firmaron varios tratados para acomodar su estructura económica y fundamentalmente sus cuentas públicas. ¿Y nosotros vamos a atarnos al mástil con el barco agujereado?
-“Ecuador lo hizo con el barco hundido…Y salió a flote. Obviamente que con solo dolarizar no alcanza… Luego hay que acompañar con apertura económica, flexibilidad laboral, equilibrio fiscal, etc… Pero Argentina tiene que aprovechar este contexto crítico… Si no, no lo va a hacer nunca. Y nada en Argentina es más transitorio que el equilibrio fiscal o un plan de estabilización…”
-“Yo estarìa dispuesto hasta considerarlo si en el Congreso hubiera una mayoria de una alianza como LLA y PRO. Así como estamos, la dolarización es una risa porque al mes de dolarizar nos llenan de cuasi monedas..”
-“La dolrizaciion le puede dar a Milei un empuje en 2025 para que la gente lo acompañe en la urnas y tenes en 2026 un Congreso diferente que aprueba la Ley Bases… Sin eso, me parece que termina en fracaso. Las cuasi monedas no son un problema: la gente no va a querer aceptarlas. El problema será de la provincias que vayan por ahí.
”La clave es bajar la inflación de acá al 2025, bajar impuestos y regulaciones al sector privado: no hay ajuste sin reformas que las soporten”.
-“Pero la dolarización ayuda, porque la economía crece, mejora la recaudación, y eso te da margen para la reforma tributaria… Arrancando con (-6) mil millones no hay chance de quitar impuestos… Si pulverizas el gasto es en dólares ya tenes el costo de la dolarizacion, pero no recoges los beneficios… Por eso se tiene que hacer YA. Al menos el anuncio.”
-“No entiendo el argumento de “dolarizando la economia crece”. En la Convertibilidad (entiendo que no es lo mismo que dolarizar pero sirve como ejemplo) tuvimos años de recesión. Porque si dolarizando crecemos y listo, ¿para qué hacer las reformas?
-“La estabilidad monetaria es inmediata, el retorno del crédito es lo que sigue, el crecimiento y el empleo ocurren después. Ya lo vimos en todos lados, incluido Ecuador. Y en Argentina lo vimos con la convertibilidad… ¿Por qué decís que hubo recesión Post convertibilidad? ¿Cuánto creció la economía entre 1992 y 1998? Las reformas siguientes la necesitas. Si no sólo vas a crecer los primeros años… Entre 1992 y 1995 el PIB aumentó por dos razones: rebote de la década perdida anterior y estabilización y reformas”.
-“Fíjate en España y los PIGS europeos: saltaron los ingresos, pero después se estancan o crecen muy lento. Pero crecieron, mejoró la recaudación y mantuvieron la estabilidad. Las otras reformas te permiten que tu ingreso converja a los países con los que te asocias: por eso hay que buscar al Nafta y a la UE”.
-“Ojalá tengan razón los dolarizadores! Yo creo que sin reformas previas si dolarizamos antes de hacer las reformas, en unos meses nos convertimos en un nuevo Zimbawe por haber salido del esquema monetario. Pero quizás funcione y ojalá yo no tenga razón. Para mí tendríamos que poner énfasis en los aspectos de reforma tributaria, regulatoria y del Estado”.
-“El plan monetario prepara el terreno para dolarizar. Me parece que esa es la intención. En el proceso se está logrando ordenar la cuentas, lo que no es poco. Y el gasto va a quedar licuado. Dolarizar ahí te permite evitar que el gasto público sobre PIB se quede arriba del 40 %: vas a congelar el gasto en dólares. Mientras el PIB salta en dólares. Es una de las mejores maneras que veo de salir del desastre de los K. No niego la necesidad de las reformas, pero el orden de los factores si altera el producto… Y no es lo mismo hacer reformas en crecimiento que en medio de una crisis y desequilibrios múltiples”.
-“OK, entonces si el objetivo es bajar el gasto al 35% del PIB todavia la licuadora tiene mucho trabajo por delante”.
-“Es que Post dolarización, y más aún con Milei, el gasto se queda y el PIB sube. Hoy veo todo fragilidad… Cualquier shock externo te rompe… La situación es muy delicada… Por eso creo que es urgente la dolarización”.
-“Lo que es frágil es el poder político porque no hay mayorías en el Congreso. En una república federal no tener mayorías en el congreso te hace es muy complicado hacer reformas… La casta se ríe de que Milei los denuncie”.
-“Por eso también es importante hacer algo como dolarizar para tener un 2025 de estabilidad y rebote. Si no le va bien en esa elección ya no podrá hacer nada.”
Otro coincide en el valor de la dolarización: “Yo creo que es indispensable dolarizar, tiene inmensos efectos positivos y netamente expansivos y por sí sola ya es un salto de productividad importante. Lo que falta no son 4000M sino cubrir los pasivos remunerados que son 2.7 veces la base monetaria. Pero del lado de los activos del Central se puede hacer una estrategia para valorizarlos. Para dolarizar tenes que cambiar las letras intransferibles por bonos del Estado (que siguen subiendo, el GD30 que estaba en 20 ya esta en 47!!!) Con esos mumeros podes dolarizar ya si haces el programa de Emilio Ocampo. Por supuesto liberando precios y salarios y se tiene que confirmar la reforma laboral. Y luego, obviamente, falta hacer todo lo demás.”
-“Yo creo que si Argentina: 1) dolariza y permite libre competencia de monedas 2) Mejora regulaciones laborales 3) Se abre comercialmente 4)simplifica el sistema tributarios y eliminamos impuestos intermedios 5) bajamos impuestos a las ganancias corporativas, apuntaríamos a ser el centro de la región en pocos años. Permitiendo que las sedes de las multinacionales se instalen aquí.”
-“Coincido con eso”, agrega uno de los que mas defiende la dolarización inmediata.
-“A mi me preocupa esto: se planchan los precios transables por apertura y dolarizacion pero los servicios (y salarios) siguen subiendo. OK inevitable. El atraso de la moneda será fenomenal, nos quedamos con costos altos en dólares que solo podrían ser compensados adoptando la menor estructura tributaria del mundo, mercados flexibles y una infraestructura que no tenemos. Si no estamos en 1996-2001.
-“Ojo que sin ingreso de divisas, es difícil que se atrase el tipo de cambio. Ahora, no descarto que en esta locura inflacionaria te pueda quedar atrasado el tipo de cambio por la inercia de los contratos. En ese caso nos encontariamos con atraso cambiario y una economía recesiva, como 1998-2001. Antes de dolarizar hay que soltar un poco el tipo de cambio. Luego convertibilidad y luego dolarizar.
Alguien sale a hacer notar que las preocupaciones que manifestaron otros colegas, en realidad serían hechos “positivos” de la dolarización: “Fíjate, que en tu razonamiento el problema es que suban los salarios. Es una economía expansiva con ciudadanos con mayor poder adquisitivo. El punto es aumentar la productividad”.
-“Hay que considerar que, a diferencia de Ecuador, Argentina es una economía muy No transable
-“Para aumentar la productividad se necesitan inversiones y reformas estructurales. Cosa que creo que Javier tiene muy claro. Aunque yo hubiera dolarizado de entrada. Porque acá el costo de este ajuste lo pone la gente con ingresos medios y bajos, con aumento de pobreza y con recesión. Con la convertibilidad o la dolarizacion se expande la economía y son los empresarios que tienen que invertir, asociarse, ganar escala, pensar en exportar, los bancos tenian que capitalizar. Pero el premio sería enorme. Y la dolarizacion sola ya provoca el primer gran salto de productividad.
-“Lo de 1998-2001 es más complejo por los shocks externos. Habría sido bueno ver qué pasaba después de 2001 si no salíamos de la convertibilidad. Dicho eso, lo que dijo nuestro colega mas arriba hay que tomarlo en cuenta. Si dolarizas con un tipo de cambio real bajo te metes en un problema”.
-“Es muy cierto. Lo que yo digo es que en condiciones estables, es difícil que se te atrase el tipo de cambio sin ingreso de dólares para financiar al fisco y sin un boom de los commodities. Pero las condiciones no son estables. Estamos teniendo inflaciones altas, con expectativas de fuerte aumentos en algunos precios como servicios.”
-“Es el caso de la Caja de Conversión de Hong Kong….”
-“Creo que estamos llegando a un consenso de que no existen hoy las condiciones para dolarizar, no sólo porque no hay reservas en el BCRA, sino porque la inestabilidad aún nos puede dejar con tipo de cambio real “desequilibrado”.
-“Sin embargo, creo que no falta mucho para que se den las condiciones. Porque en estas condiciones la inflación tiene que ceder. El tipo de cambio real no puede apreciarse mucho tiempo sin que haya dólares… Si el dólar esta estable por este esquema financiero y el TCR no se puede apreciar… Tiene que ceder la inflación. En la medida que se pueda levantar el TRC con equilibrio fiscal la inflación va a a ir cediendo aunque creo que un poco también el tipo de cambio nominal.
-“Por eso todos coincidimos que hay que hacer las reformas. Lo que resta es levantar el cepo, y ahí que suba el tipo de cambio real. Ahí estarán dadas las condiciones. En la segunda mitad de este año ya podemos tener reservas suficientes, tipo de cambio real alto, sin cepo y equilibrio fiscal”.
Ya casi yéndome alcanzo a escuchar el argumento final de uno de los mayores partidarios de la dolarización: “Supongamos que corregimos todos los problemas y tenemos un Banco Central impecable que acumula USD 100.000M en ocho años y deja una inflación de 2% anual, y sin pasivos remunerados. Sería como volver a 1946. Yo pregunto: Cuál es la probabilidad de que venga un nuevo peronista y vuelva a confiscar los fondos para hacer “justicia social”? Mi respuesta: 99%… Con la dolarización, esos 100.000 millones están distribuidos en toda la población”.
Mas allá de algunos tecnicismos, queda claro que soluciones económicas hay. Si la cuestión se deja en manos de profesionales que sepan, soluciones económicas hay. El tema es que -y la última reflexión de uno de los economistas mas partidarios de la dolarización lo demuestra- el problema argentino no es económico: el problema es la colonización peronista de la mente promedio en el país.
Recuerdo que, cuando escuchaba como una mosca en la pared, alguien por allí (atendiendo los argumentos a favor de la dolarización, dijo (aunque él mostraba sus dudas durante el debate): “claro, ‘hambrear al a bestia…’”.
Creo que por allí viene la mano: para mi (que no soy economista) la dolarización, tiene un valor que va mas allá de sus eventuales ventajas económicas: la dolarización hambrea a la bestia; no mata pero hiere de muerte a la mentalidad peronista porque destruye el arma demagógica que la alimenta: la emisión de dinero con los consecuentes efectos de la inflación y la creación de la llamada “ilusión monetaria”. Sin la emisión, sin inflación y sin ilusión monetaria la mentalidad peronista pierde su savia y, por lo tanto, el problema madre argentino (que es sociológico y no económico) habría desaparecido por la aplicación de un mecanismo económico. Sacarle los dólares al gobierno y dárselos a los argentinos mataría al peronismo. Y muerto el perro, se acabó la rabia.