Por Luis Oddone – Parte cinco de seis – Inversiones e Industria
Nuestra opinión es que el desempleo bajará por la llegada de inversiones extranjeras. A pesar de la grave situación argentina no es utópico pensar así.
El Plan América (ISBN 9788409557349) presenta un cronograma, un organigrama y una estrategia de marketing para intercambiar la nueva moneda argentina, El América, por euros o dólares entre el BCRA y otros Bancos Centrales del mundo. Las divisas recibidas se destinarán exclusivamente para pagar las inversiones extranjeras que ese país realice en Argentina. Si se acometen todas las reformas que se plantean en el Libro/Propuesta, por los sondeos realizados durante la confección del Programa, antes de cuatro años la inversión extranjera productiva (no especulativa) que llegará a Argentina estimamos ascenderá a 80.000 millones de euros.
Los sondeos realizados en distintos países nos indican que los bancos centrales aceptarán el canje porque impulsará las economías de Argentina y del país inversor y porque, si todos hacemos nuestro trabajo, el América se revalorizará, por lo que el Banco Central del país inversor generaráuna importante ganancia.
¿Qué es el Instituto Nacional de Industria?
Hemos mencionado que las inversiones extranjeras deberán distribuirse regionalmente a través del INI, el Instituto Nacional de la Industria, organismo a crearse para acompañar a los inversores extranjeros en sus actividades locales y localización de las industrias a nivel regional.
El INI ayudará al inversor a derribar cualquier obstáculo administrativo o burocrático. Los bancos argentinos también participarán en el programa de inversiones.
Dado que los bancos privados están viendo deteriorada su cuenta de resultados como consecuencia de la baja de la tasa de interés y demás títulos de deuda pública, para que el sistema bancario no entre en crisis se deberá ofrecer la inversión en otro tipo de activos que compensen esa pérdida de ingresos. La participación de los bancos privados en la financiación de los proyectos de inversión extranjera, como socios locales, permitirá equilibrar esa situación. De esta forma la deuda pública especulativa que el Banco Central ha transferido y está transfiriendo al Tesoro Nacional se volcará finalmente en el sector productivo. Este movimiento ayudará a sanear las cuentas públicas y activará el mercado industrial: la “inversión financiera” será reemplazada por inversiones productivas.
Para estos fines el Banco Central deberá habilitar a los bancos comerciales para mantener dentro de su cartera las participaciones accionarias compartidas con los inversores institucionales o industriales extranjeros.
El inversor extranjero prácticamente no tendrá que poner capital, pues una parte importante la financiará su propio Estado y otra los socios locales, inversores privados y bancos. Esta política posicionó a España como la séptima potencia industrial en los años 70.
Respecto de la dolarización, queremos explicar por qué estamos en contra.
Dada la popularidad del dólar en Argentina, hemos dedicado un capítulo del libro para comentar los motivos que pueden impulsar a ciertos economistas a defender la dolarización. Muchos economistas argentinos adoran el dólar. El Plan América defiende lo contrario. Pensamos que Argentina debe cuasi expulsar el dólar de su mercado, como casi lo ha logrado Perú. Y pensamos así por 17 razones técnicas y unos cuantos motivos históricos que exponemos en el Plan, pero destacamos las siguientes:
a) La relación de Argentina con EE. UU. sería desequilibrada, desproporcionada, porque cada vez que necesitemos dólares tendremos que intercambiar papel por commodities o productos argentinos, (trabajo argentino). Lo cual es injusto.
b) Es más, si nos bloquean nuestros productos, porque ellos tienen un suministrador más económico o porque ellos ya producen nuestros productos, nuestra economía será deflacionista y entrará en crisis. La deflación es incluso peor que la inflación porque aumenta el endeudamiento de las familias sin que cambien las reglas de juego. (Un caso concreto ha sido la imposición de restricciones al acero brasileño en los Estados Unidos cuando sus precios eran inferiores a los de la US Steel, entre otros).
c) Es más EE. UU. nos podría casi obligar a comprar aviones militares por commodities, o nos podría bloquear el acceso al dólar si lo consideraran necesarios para sus intereses.
d) La hiperinflación desaparecería, pero la inflación seguiría existiendo. EE. UU. presenta tasas de inflación superiores a las europeas.
e) Existe un riesgo de colapso internacional del dólar. Tomando como referencia la evolución de los depósitos en dólares de los bancos centrales durante los últimos años, prevemos que el dólar implosione antes del año 2053. El Plan América (ISBN 9788409557349) está diseñado para aislar a Argentina de un colapso comercial mundial a largo plazo generado en cualquiera de los países desarrollados.
f) La dolarización propende a que Argentina se torne un Estado Libre Asociado de los Estados Unidos, pero sin el apoyo institucional de la FED, Fuerzas Armadas, escudo comercial, etc. Un mal negocio para Argentina.
g) La evidencia empírica o histórica nos dice que la dolarización no es buena. Hemos tomado como referencia las experiencias entre países dolarizados y no dolarizados, con el fin de valorar realmente los llamados “casos de éxito” y desmitificar esta solución. La única dolarización completa existente es la de Panamá y, aun así, conserva su propia moneda:El Balboa. La dolarización de Ecuador es incompleta y no eliminó la inflación, es más, tiene un 27% de pobreza extrema y la mayor tasa de emigración de Latino-América. En estos momentos están estudiando cómo salir de la dolarización. Perú ha tardado 40 años en desdolarizar su economía. Desde 1994 Perú está tratando de quitarse el yugo del dólar al ver como su economía no puede crecer al ritmo demandado por el mercado por culpa del dólar. Según datos oficiales del BCRP, hoy el dólar tan solo representa el 20% de las transacciones comerciales.
Mañana última entrega de la serie