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El Juego de la Silla: Política , cargos ,operaciones y corrupción

Por Der Kommentator para The Post

Gobernando bien se ganan elecciones,  cuando solo se busca ganarlas, a veces se ganan pero en realidad se pierden.

En el primer comentario de esta columna, unos días atrás, hablamos de la confianza y la desconfianza y de como nos olvidamos del valor de ser creíble.

En esta segunda columna, vamos a tratar el tema de los objetivos de un gobierno y porque siempre fracasan y terminan igual de mal y siempre se van mal o, incluso, echados.

En los últimos 40 años el objetivo de TODOS los gobiernos y de todos los partidos , ha sido ganar las elecciones. Sean generales , de medio termino, provinciales, municipales y hasta en los clubes de futbol.

Gastan energías, dinero a montones y tiempo, en ganarlas, pensando que ganando estarán legitimados y podrán gobernar.

Eso dura una noche. 

Al día siguiente comienzan a pensar en la próxima elección para, de ese modo, poder mantenerse sucesivamente en los cargos. Es decir, nunca gobiernan: su objetivo es ganar elecciones.

Lo peor de esta situación es que, al electorado, este objetivo no le interesa porque se supone que el ciudadano vota por el que cree o espera que gobierne bien.

Con esta filosofía, se podría dar el caso hipotético que un día nadie vote o vote solo el 30 % del padrón y el elegido tenga legitimación nula, sea quién sea. O incluso que la elección se declare desierta frente a alguna denuncia.

Una vez más: el objetivo es erróneo y la metodología es peor.

Estas últimas semanas hemos asistido a un verdadero “Juego de la Silla”, en el que políticos se pasan de un partido (o de un rejunte) a otro, solo buscando una silla en donde conseguir una banca o un cargo.

También se da el caso de lo que se ha dado en llamar “armadores”que salen a reclutar militantes para generar candidatos en las provincias, como si fueran buscadores de talentos futbolísticos.

Radicales, peronistas, libertarios, Pro, locales, etc (en todas y cada una de sus vertientes y variantes), diputados electos que reniegan de sus votantes cambiando de bando, armando grupos de poder en el Congreso para “negociar” sus votos. 

Pero siempre los mismos personajes, nunca nadie nuevo. Los gobernadores jugando el juego de las partidas de fondos (“con la mía no se metan”) no importa de donde salen: ellos quieren fondos.

Además se juntan, por ejemplo, un radical, con un peronista, con un provincial -poniéndole nombres pomposos a esos rejuntes- al solo efecto de ganar una elección y después “seguimos peleando la nuestra”.

Uno de ellos dijo estos días que deberían juntarse todos, incluso los desencantados del PRO… ¿con quien? ¡Con un personaje K! ¡Otro dijo que incluso CFK debería ser parte! 

O sea, un rejunte para ganar, no para hacerle un bien al país o al ciudadano: solo un bien para ellos, un cargo, dado que están en el llano y no tienen cómo sobrevivir a semejante herejia.

Me pregunto:

1) ¿Alguien escuchó alguna propuesta de algún candidato?

2) Tenemos dos fórmulas presidenciales peronistas ejecutivas, condenadas por corrupción y un procesado, con incluso, juicios orales por venir y, desde allí, se permiten hacer apología de la honestidad  y actuando dos semanas antes de las elecciones con violencia y con operaciones de inteligencia. (Es imperativo que la justicia actúe con celeridad para poner claridad en el tema sin politiquería).

Es siempre lo mismo desde hace 40 años. Ni siquiera saben hacer otra cosa: no hay una sola idea o un solo compromiso de mejora. Solo cargos, bancas y poder. Solo ganar una elección.

3) Un oficialismo libertario que se consume en tratar de mantener un dólar irreal y que la inflación no suba hasta las elecciones… ¿y después que? Lo mismo de siempre: ganamos y después vemos.

4) Un oficialismo al que las empresas se le van por falta de confianza, que los bancos ya no le creen, que sus funcionarios renuncian, que sus legisladoras se pelean en público como novias despechadas, por el titulo de Reina del Sábado a la Noche.

5) Y un Presidente solo, con buenas ideas pero con un equipo lamentable de funcionarios que pareciera que trabajan más para la oposición que para él.

Eso es lo que ve el ciudadano, el mercado y la comunidad internacional.

Las sillas, donde revolotean los mismos impresentables de siempre, imposibilitados de ganarse la vida por fuera del Estado, carentes de la más mínima inteligencia para, al menos, proponer alguna idea. 

Son incapaces siquiera de saber para que se presentan, salvo, obviamente, por un cargo, sueldo o privilegio.

Tenemos candidatos testimoniales que nunca ocuparán sus candidaturas ya que tienen un cargo superior… 

Mi pregunta es: si ganan, ¿ya comunicaron que renunciarán a su cargo? Porque eso es claramente una estafa electoral ya que por detrás de ellos asumirá algún ignoto militante. 

Sigo preguntando: Si pierden, ¿renunciarán a sus cargos actuales? Porque es lógico suponer que si los votantes no lo quieren en sus candidaturas, tampoco lo querrán en sus cargos actuales. Con lo cual ¡deberían renunciar!

El presidente Milei, seguramente ganará las elecciones, o mejor dicho, la oposición las perderá sola. No hay que hacer nada, solo dejar que muestre sus cartas y el partido se define solo.

Ahora, está claro que Milei las gana a pesar de y no por sus funcionarios y porque los de enfrente no saben ni siquiera para que están: entraron a jugar un partido de fútbol el día equivocado, con palos de Hockey y encima se equivocaron de estadio. No saben ni donde están parados.

Por eso el Presidente ganará, pero el ganar no soluciona nada, hay que gobernar bien y con coherencia y eso significa, liderazgo, plan de gobierno, gente capacitada y profesional, moderación, saber escuchar y por sobre todo ser honesto y transparente.

Es probable que la abstención vaya a ser muy alta en ambas elecciones. Es un detalle muy importante: ganar con baja participación quita credibilidad, gobernabilidad y sustentabilidad y demuestra claramente que el votante esta muy lejos de lo que la política le ofrece. 

Ya no vota “en contra de”, directamente ¡no vota a nadie! Prefiere quedarse en su casa a votar el pasado.

Para que en la Argentina, un Gobierno gane una elección sanamente tiene que gobernar bien y tener objetivos de gobierno, tener la gente correcta en las cargos correctos, comunicarlos a la sociedad y cumplirlos. 

Y la oposición, cualquiera sea ella, tiene que mostrar idoneidad, un pasado limpio, sentido de modernidad y transparencia en sus actos y en sus partícipes e ideas de crecimiento.  

Con populismo y corrupción no se crece; se empobrece a la gente y se destruye un país.

Todo lo demás es el “Juego de la Silla”, donde políticos quemados no tienen donde refugiarse para poder subsistir. Y eso en la Argentina no debería existir más.

En estas elecciones, ambas, ganará la abstención o tendrá un peso importante y eso debería ser tomado muy en cuenta por todo el arco político de la Argentina: el pasado no va mas y el presente debe cambiar.

>Aruba

One thought on “El Juego de la Silla: Política , cargos ,operaciones y corrupción

  1. Gustavo

    Brillante como siempre, el desencanto le gana fácilmente a una sociedad acostumbrada a ser engañada y con el síndrome de abstinencia de “platita dulce” en la economía destruida hasta el 50% de pobreza e indigencia … Difícil momento, pero no tenemos otra opción que superarlo !! Viva la Libertad.

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