
Cada 01 de octubre se celebra el Día Mundial del Café para rendir homenaje a una de las bebidas más consumidas y populares del mundo. En la rutina diaria de la oficina, el café se ha transformado en mucho más que una simple infusión: es un ritual que marca pausas necesarias, impulsa la colaboración y fortalece el sentido de pertenencia entre los equipos. Estos momentos compartidos, lejos de interrumpir la jornada laboral, generan un espacio de conexión que favorece la creatividad, la innovación y el bienestar dentro de las organizaciones.
En los últimos años, las dinámicas laborales se han transformado significativamente y los encuentros cara a cara se volvieron aún más valiosos. En este escenario, las pausas activas como compartir un momento de desconexión y esparcimiento en la oficina cumplen un rol fundamental: no solo permiten desconectar brevemente de las tareas diarias, sino que también generan espacios de interacción espontánea que fortalecen la colaboración y la sensación de pertenencia dentro de los equipos.
Las pausas activas consisten en breves interrupciones de la jornada que integran ejercicios de estiramiento, desconexión, movilidad articular y respiración guiada. En solo cinco o diez minutos, estos pequeños descansos contribuyen a clarificar la mente, reducir la tensión y prevenir fenómenos como de burnout o boreout que incluye al estrés crónico y el agotamiento físico o emocional.
En este escenario, WeWork – la compañía líder a nivel mundial en espacios flexibles de trabajo – presenta una serie de recomendaciones para promover pequeños momentos de pausas activas al interior de la jornada laboral:
- Establecer microdescansos regulares: Tomarse 3 a 5 minutos cada 60-90 minutos para levantarse, estirarse o caminar ayuda a reducir la tensión muscular, mejorar la circulación y despejar la mente, favoreciendo la concentración y previniendo la fatiga.
- Crear “rincones de pausa”: habilitar espacios dentro de la oficina pensados para relajarse, socializar o compartir un café sin pantallas de por medio.
- Incentivar el movimiento: promover el uso de escaleras en lugar del ascensor o pequeñas caminatas internas entre reuniones. Movimientos simples de cuello, hombros y espalda ayudan a liberar tensión muscular y mejorar la postura.
- Incorporar pausas sociales: Pequeñas pausas durante la jornada laboral, estimulan momentos de conexión con otros colegas dentro y fuera de los equipos al mismo tiempo que refuerzan la conexión interpersonal, fortaleciendo la colaboración y el sentido de pertenencia dentro del equipo.
- Dar el ejemplo desde el liderazgo: Cuando los líderes fomentan de manera proactiva la realización de pausas activas durante la jornada, transmiten un mensaje positivo que legitima estos momentos de descanso. Su participación no sólo motiva a los equipos a sumarse, sino que también refuerza una cultura organizacional basada en el bienestar, la colaboración y la prevención del agotamiento laboral.
“Incorporar breves momentos de descanso durante la jornada, ayuda a despejar la mente, fomentar la colaboración y fortalecer el sentido de pertenencia dentro del equipo. Estos pequeños rituales cotidianos, incluso como compartir un café con colegas en la oficina, tienen un impacto real en el bienestar y la productividad de las personas. Es en esos momentos donde surgen charlas espontáneas que ayudan a conocerse más allá de lo estrictamente laboral, reforzando la cohesión del equipo y el sentido de comunidad.” Señaló Romina Diepa, Head of People de WeWork Cono Sur.