El Mercado laboral de Argentina presenta una situación compleja dónde lo que más preocupa es la dramática caída del poder adquisitivo de los trabajadores. Esta caída del salario es hoy una de las características más tristes de los últimos años.

El salario real registrado descendió desde 2017 a 2023 un 35 % en términos reales, y lo que es más grave aún, es que ese valor llega al 59.5% de caída del salario de los trabajadores no registrados o en negro. Cabe destacar que, este último sector, el empleo en negro, es el que más creció en los últimos años y que en 2017 fue el último año en el que el salario creció un 2% para los trabajadores registrados. Desde entonces cae de forma ininterrumpida. En el siguiente cuadro se puede ver en detalle.

Si comparamos Inflación vs. Salario: No hace falta recordar que la inflación nuevamente gana por Knockout, como podemos ver acá:

El origen de esta pérdida del poder adquisitivo se debe a que desde 2018 los salarios “corren” por debajo de la inflación. En 2020, año de la pandemia, fue el único momento que eso no sucedió, donde ocurrió  un empate técnico, con una caída del PBI de casi 8 puntos y una brutal recesión.  Lamentablemente, y según podemos observar en el gráfico, las proyecciones de la compañías en abril 2024 apuntan a que este sea el séptimo año donde los salarios, en promedio, para los fuera de convenio van a perder contra la inflación: 189% de ajuste contra una inflación estimada de 211%. El escenario en 2024 es muy preocupante porque por un lado, a nivel salarial, se puede dar como vemos la tendencia, el séptimo año de pérdida de salarios contra la inflación. Si esto no llegara a suceder según insinúa  el mercado, será porque las empresas en lugar de definir una pauta salarial tendrán que decidir si mantienen o no a su dotación de personal o empiezan con algún despido selectivo” afirma Matías Ghidini.