El ex presidente Macri volvió a estar en los primeros planos de la información ayer, en un caso porque otros se refirieron a él y en otro porque él se refirió a otros.
En el primero de los casos, tanto Hugo Moyano como su hijo Pablo, alias “El Salvaje”, tuvieron expresiones durísimas para con el ex presidente.
El ex secretario general de camioneros dijo que Macri era un “trastornado” y un “descerebrado” y el actual capo (el heredero Pablo) dijo que Macri era un “traidor a la patria”.
Es interesante analizar los motivos de esos comentarios y las palabras utilizadas.
La razón por la cual Moyano padre dijo que Macri era un “descerebrado” y un “trastornado” y que El Salvaje dijo que era un traidor a la patria no es otra más que el contenido de uno de los capítulos del último libro del ex presidente, “Para Qué”.
Allí, en el capítulo 25 (que hemos comentado en estas columnas hace algunos días) Macri describía lo que, según él, debería hacer el próximo gobierno a partir de diciembre de 2023.
No se trata, digámoslo, de un programa completo de la tarea y, menos aún, una descripción sobre cómo hacerlo, sino simplemente de una enumeración de lo que sería imprescindible encarar fundamentalmente en las áreas económicas y sociales del próximo gobierno.
En esa enumeración aparecen tres referencias (entre muchas otras) que son completamente impensables para Moyano: la reforma laboral, la reforma fiscal y la reforma previsional.
El solo hecho de mencionarlas los “saca”, los vuelve locos. No pueden admitir siquiera hablar del tema.
Por eso no son antojadizas, en especial, las palabras de Hugo: “trastornado” y “descerebrado”. Es decir, para el camionero, todo aquel que se proponga discutir ese orden jurídico no está en sus cabales, porque solo estando loco se puede pensar en tocar esos tótems.
Ese orden jurídico es precisamente el que con el correr de los años lanzó a la informalidad total a más de 5.5 millones de trabajadores activos en la Argentina que hoy viven de un salario en negro y sin ninguna protección legal, en la más salvaje de las junglas.
Esos trabajadores son casi tantos como los que emplea la actividad privada formal en relación de dependencia.
Ese conjunto legislativo fue también el que permitió la generación de una nobleza sindical absolutamente millonaria y enquistada en sus sillones desde hace más de 30 años con un sistema hereditario de comando cuyo mejor ejemplo lo entregan los propios Moyano.
Es natural que los beneficiados de esta monumental impostura traten de “trastornado” o de “traidor a la patria” a quien insinúe modificarla.
En realidad se trata de una “traición” a ellos, que se han camuflado con la patria, creyendo que es de ellos y que la encarnan.
Pero la historia sirve para entender gráficamente la distancia que hay entre lo que hay que hacer y lo que piensan los que están dispuestos a impedir que lo que hay que hacer se haga.
En el otro hecho, Macri se refirió a Facundo Manes, quien hace poco lo había acusado de hacer espionaje en su gobierno y de armar una “mesa judicial” para influir sobre los jueces, en un giro terminológico muy parecido al kirchnerista.
El ex presidente le dijo al médico: “No creo que vaya lejos atacando a otras personas de la coalición”.
Obviamente, en las presentes circunstancias, no se puede dejar de interpretar esa frase como algo más que una mera referencia a Manes.
El “neurocientífico” es solo una expresión exagerada, caricaturizada, envuelta en algo de humo, de lo que está discurriendo en las profundidades de la coalición opositora.
Manes es la manifestación extrema (no por sus dichos específicos respecto del espionaje y la Justicia) de una oposición radical a las reformas que Macri propone.
Hay aquí, paradójicamente, un hilo común con las posturas de los Moyano (por supuesto con otras formas y utilizando otras maneras)en el sentido de no tolerar lo que Macri sugiere que hay que hacer en el terreno socio-económico. Ese es el ruido de fondo.
En JXC no se ha tenido (o no se quiere tener) la transparencia necesaria para decir las cosas de frente, pero llegará un momento en que esas diferencias deberán salir a la superficie porque de lo contrario no se podrá confeccionar un programa de gobierno coherente, omnicomprensivo y con la suficiente potencia como para enfrentar lo que se viene.
Si uno bien se fija, todos los días, el enfrentamiento de estos dos mundos se hace presente en la Argentina bajo diferentes formatos.
Va a llegar un momento en que esos “formatos” ya no alcanzarán para camuflar la verdad y habrá que tomar decisiones sobre lo que piensa hacerse para aprovechar la que quizás sea la última oportunidad argentina para no caer definitivamente en la miseria.
Impecable como siempre!
👌🎓
Buen análisis. Muy claro y buena redacción