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Venezuela: dictadura hecha y derecha

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Venezuela ha completado un giro más hacia el totalitarismo completo: la adicta “Corte Suprema” anuló las facultades de la Asamblea Nacional y confirió todo el poder a Maduro. Se trató obviamente de un putsch -tal como le gustaba decir a Raúl Alfonsín-, de un golpe de estado liso y llano que perfecciona la dictadura chavista.

No entiendo cómo a la altura de que esto se escribe todos los países del Mercosur no han dispuesto la expulsión de Venezuela del bloque. Se trata de una obvia violación a la carta democrática y Maduro y su gobierno no pueden permanecer un minuto más en esa asociación.

Es lo mínimo que la región podría hacer a esta altura. Esperar otros acontecimientos derivados de acciones latinoamericanas es creer en una utopía.

El gobierno del presidente Macri y la canciller Malcorra deberían pedir ya mismo el inmediato apartamiento venezolano porque su compañía es un motivo de oprobio y vergüenza para el resto de los países de la Unión.

La Argentina, a su vez, debería seguir muy de cerca lo que ocurre en Venezuela. Si bien el triunfo de Cambiemos evitó un rumbo más acelerado hacia ese mismo escenario, nuestro país no está completamente a salvo aun de ese calvario.

El tremendo daño mental que el kirchnerismo le ha propinado a la cultura argentina ha sido de tal dimensión (quizás solo comparable al que el primer peronismo introdujo en la Argentina a medidos de los años ’40) que el hecho de que el presidente sea Macri y la gobernadora de Buenos Aires Maria Eugenia Vidal, no nos pone a resguardo de esas barbaridades.

El kirchnerismo retrotrajo al país 70 años y volvió a los mensajes de odio y división; volvió a trasmitir la idea de que lo que tienen unos, lo tienen porque les falta a otros y, en muchos casos, porque directamente se lo sacaron a otros.

Hasta la delincuencia común (el robo, el secuestro y hasta el asesinato) se han explicado y justificado con ese argumento. Es, justamente, el argumento gobernante en Venezuela.

La Argentina y Venezuela has sido entre el fin del siglo XX y el año 2015 los dos países más favorecidos del mundo por las transformaciones en los llamados “términos de intercambio”, es decir, el saldo entre lo que un país compra y el mismo país vende. Ninguno de los otros países fue tan beneficiado por esa metamorfosis como la Venezuela de Chavez y la Argentina de los Kirchner.

Sin embargo, los dos han hecho caer en la pobreza más humillante a millones de personas: las han obligado a vivir en condiciones inhumanas, sin servicios, sin agua, sin cloacas, sin acceso a la salud y a la educación, sin medicinas. El Gran Caracas es hoy una enorme villa miseria, sin ningún tipo de servicio, ni derecho humano garantizado; ni la mismísima vida.

En la Argentina de los Kirchner las villas miseria urbanas se multiplicaron más del 300% en doce años y la expulsión de gente de sus lugares de origen por la falta de trabajo creció desproporcionadamente, desde que se llevan registros en el país.

Las tasas de mortalidad infantil de ambos países volaron por los aires por la falta de acceso a agua segura, por la falta de acceso a centros de salud y por la falta de medicamentos. En ambos se rompieron récords en materia de criminalidad y de violencia y, en los dos, creció como nunca el embarazo juvenil y la violencia de género.

Lamentablemente el presidente Macri -como recientemente lo ratificó el senador Reutemann- eligió el hasta hoy incomprensible camino de no contarle esto a la gente. En aras de las ondas de amor y paz apostó a que la gente se iba a dar cuenta sola de las cosas. ¿Pues sabe algo presidente?: no es así.

Mucha gente sigue obnubilada por el relato kirchnerista y por la mentira de los datos; el empleo público falso, la impresión alocada de billetes para hacerle creer a la gente que tenía mucha plata; las cuotas falsas con intereses estratosféricos ocultos…

La Argentina debe cuidarse muy bien de que esa locura cuente siquiera con la mera posibilidad de regresar; no de regresar efectivamente, sino con  la simple posibilidad de hacerlo. Y evitar esa catástrofe es responsabilidad de la parte sana de la sociedad; de la que no fue inoculada con el virus kirchnerista.

Se trata de una batalla decisiva. Obviamente resulta por demás antipático hablar de “la parte sana de la sociedad”. Pero ¿cómo describir si no a aquella otra parte que sale a cortar calles con carteles que portan la hoz y el martillo, la imagen del Che Guevara y el perfil de Néstor Kirchner y Cristina Fernández?

Esa gente me causa una enorme pena. Verla rodeada de su pobreza extrema y haciéndole el juego

a quienes pretenden trasmitir una idea (si es que se la puede llamar así) fracasada y que ha llevado a quienes la implementaron a comer su propio estiércol, mientras los popes de la nomenklatura se llenaban de oro y disfrutaban de placeres completamente vedados al pueblo, me produce una tristeza sin par.

Lo que ha ocurrido ayer en Venezuela debe ser una nueva voz de alerta para la Argentina. Quienes trabajan para someter al pueblo a una dictadura atroz como la de Maduro y la de los Castro no van a cejar en sus intentos y van a echar mano a cuanta herramienta tengan -legal o ilegal- para conseguir sus objetivos. De nuevo, está en cabeza del gobierno del presidente Macri y de la parte sana de la sociedad salvar a la Argentina de semejante ignominia.

>Aruba

One thought on “Venezuela: dictadura hecha y derecha

  1. machaco perdojian

    EL POGO DE LA MISA DEL INDIO SOLARI.-

    UNA EVIDENCIA GROTESCA DE LA MASIFICACIÓN DE LOS POPULISMOS
    Los cambiemos, democráticos republicanos, no ofrecen POGOS ….
    … y la calle a ellos, LA OPO, les da un POGO a la agente !!!!!!

    “POGO”: Es cuando los seguidores se unen en RITO, que cuando mas alcohol y drogas hayas incorporado a tu cuerpo mejor (osea cuando más haya perdido tu individualidad) allí con la música y frases desquiciadas a un volumen máximo, todos gritando a toda voz, “bailando en masa chocándose hasta caer desmayados y colapsados, tratando de exorcizar los mas bajos e inconscientes emociones e instintos, y en esa catarsis chamánica sentirse purificado.
    La conclusión incosciente es: “Que la masificación me purifica es buena”
    … de alli saltar a:
    “TOOOODOS JUNTITOS SALTAREEEEEREMOS” …….
    expandiendo nuestro ESPÍRITU a todo el estadio
    convirtiéndonos EN UNA SOLO SER CON
    EL CHAMÁN (LIDER) MAYOR, EN UNA UNIÓN MÍSTICA
    QUE NOS HACE SENTIR PODEROSOS.-
    *) Igual que en los boliches alcholizados, con luces sicodélicas.-
    *) Igual en la Barras Bravas con los borrachos del tablón.-
    *) Igual en las manifestaciones masivas, adornadas con música tetra y comida gratis.-
    **) Y con las banderas, los bombos, pasacalles, camisetas alusivas,
    gorros, caras pintadas, haciendo vivir en forma exaltada,
    esa REALIDAD-IRREAL CREADA POR DIABÓLICAS MENTES
    QUE MANEJAN EL INCONSCIENTE COLECTIVO DE LAS MASAS
    “Ganar la calle es anacrónico”
    Para Cambiemos y su cultura SI es anacrónico,
    ….. pero para la opo masificada, es lo que las une
    EN UNA ARGAMASA SÓLIDA QUE VOTA

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