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Egos: el mejor aliado de Kicillof

Martín Tetaz, diputado de JxC, admitió, sin rodeos, que si la coalición no tiene un acuerdo de algún tipo con Javier Milei en la provincia de Buenos Aires, Kicillof podría ser reelecto.

En una sola frase un torbellino de hipótesis y preguntas.

El primer asombro que surge, obviamente, es cómo el desastroso gobernador Kicillof podría ser reelecto. La provincia es un nido de barro, miseria, inseguridad, narcotráfico, villas miseria y la gente ¿vive? cada día peor. En ese escenario uno no se explica cómo la racionalidad humana puede concluir que hay que continuar con eso.

Por eso la primera conclusión a la que uno podría llegar es que no hay mucha racionalidad en el voto bonaerense. En realidad uno no puede explicarse cómo millones de personas que ven pasar sus días entre privaciones alarmantes, terribles inseguridades y peligros reales para la vida, pueden seguir votando a quienes los han llevado a esa situación y a quienes, por otro lado, no se les cae una sola idea para cambiar esa realidad. Antes bien, parecería que se sienten a gusto con ella y hasta que la estimulan porque suponen que de allí sale el grueso de sus votos.

Lo peor es que no se equivocan: de allí sale el grueso de sus votos.

¿Qué le ha pasado a esa gente? ¿Por qué vota como vota? Hay algunos memes que circulan por allí (que si no fueran trágicos serían cómicos) que ilustran el diálogo de una familia en una típica villa miseria bonaerense, hundida en el barro de las privaciones, con una tapera como fondo y en donde alguien le dice a otra persona “tenemos que tener cuidado cuando votemos porque si gana la derecha vamos a perder todo lo que nos dio Cristina”.

Más allá de que la referencia a “la derecha” es completamente fútil porque no hay nada más fascista que el kirchnerismo peronista, lo cierto es que hay enormes porciones de la sociedad, especialmente en el conurbano bonaerense, que creen que, efectivamente, “Cristina” les dio algo y que sus delfines (de quienes el pequeño marxista es uno de los principales) están allí para seguir asegurándoselos.

La tarea del kirchnerismo no ha sido una tarea “de dar”, precisamente. En realidad su actividad táctica más importante consistió en convencer a esas franjas de la sociedad que lo de ellos era eso, que no estaban más que para eso, que su mundo debía ser ese y que de allí no podían salir, en especial, porque los “grandes poderes concentrados” querían mantenerlos hundidos en esa miseria. Debían darse por contentos de que, gracias a la epopeya del kirchnerismo peronista, estaban como estaban. De lo contrario estarían peor.

Este plan, que lleva ya casi ocho décadas, y que los Kirchner profundizaron en las últimas dos, ha sido tremendamente exitoso. Cuando uno contrasta ese escenario con el mundo que viene de la mano de los robots y de la inteligencia artificial del Chatbot GPT, no puede menos que agarrarse la cabeza. En el fondo, en esos momentos, se tiene la sensación de que el tren ya pasó, de que ya no hay forma de alcanzarlo: el peronismo destruyó las bases más simples de la inteligencia y del sentido común, ambas herramientas fundamentales para no haber perdido el tren.

Pero naturalmente hay otras franjas de la sociedad que entienden que aún puede hacerse algo para salir de esta decadencia y pretenden ofrecer al electorado una alternativa política para que los ciudadanos voten otra cosa.

Es en este contexto en que se debe analizar la frase de Tetaz. Si la opción al peronismo kirchnerista que, en la provincia, encabezaría el marxista Axel Kicillof (a propósito, una digresión aquí: ¿y si el comunismo, después de todo, no fuera otra cosa más que una careta pretendidamente ideológica para cubrir con una pátina “intelectual” lo que no son otra cosa que delitos y delincuentes? No sé. Piénsenlo.) ha llegado a la conclusión de que sin un acercamiento con Javier Milei, no se puede ganar la provincia, la presión sobre el candidato de La Libertad Avanza es muchísima. Que Milei, en la soledad de su habitación, la misma noche de la elección, mezcle una gran alegría por su performance con (aunque sea) la sospecha de que el kirchnerismo pudo retener como bastión la provincia de Buenos Aires (aunque haya perdido incluso la presidencia) lo que le permitirá refugiar a sus fuerzas allí para apedrear al próximo gobierno nacional desde el mismísimo primer día y con ello profundizar el caos que derive en un putsch nazi que los devuelva al poder o, como mínimo, preparar el terreno para un retorno en 2027 en un país mucho más embrutecido, atrasado y miserable, ¿cómo le caerá al candidato que vino a poner nada menos que a la libertad capitalista nuevamente en el candelero de las opciones populares?

¿Qué le diría su conciencia si viera en la presidencia a alguien de su aborrecido JxC y en la gobernación de Buenos Aires al marxista Kicillof?

Está claro que Javier cree que puede ganar las elecciones a presidente y por eso busca el electorado que él cree va a votar a JxC, ¿pero qué ocurriría si los votos no le alcanzaran y se verificara un escenario como el descrito recién? ¿O incluso que directamente el FdT pudiera retener la propia presidencia? ¿Qué resaltaría más en su ánimo? ¿Su buena performance o que el país siguiera en manos kirchneristas? Es un dilema.

JxC, a todo esto, sabe que debe hacer algo en la Provincia de Buenos Aires porque lo que dice Tetaz es cierto. Bullrich admitió conversaciones con José Luis Espert -que ya decidió concentrarse en la provincia- y que, si bien no muestra algarabía por el hecho, reconoce que las conversaciones existen. El problema es que, a falta de uno, Bullrich apoya a tres precandidatos por su propio partido, el PRO: Néstor Grindetti, Joaquín de la Torre y Javier Iguacel.

¿Una negociación con Espert, haría bajar a éste de su aspiración a ser gobernador? ¿Espert estaría dispuesto a entregar su programa de gobierno a otras manos que no fueran las suyas para evitar que Kicillof sea reelecto? ¿Los candidatos de JxC tomarían los lineamientos de gobierno de Espert y renunciarían a los suyos?

Como se ve, el frente en el campo opositor de la provincia de Buenos Aires no es nada sencillo. Y una vez más el kirchnerismo peronista -a quien solo le importa el poder como factor de enriquecimiento e impunidad- podría sacar partido de una guerra de egos que, de no resolverse, es probable que deje al pequeño marxista en su poltrona de La Plata.

Por Carlos Mira
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3 thoughts on “Egos: el mejor aliado de Kicillof

  1. Andrés

    Buenas tardes Charly;
    Que dilema. El dato que me falta es, si las elecciones de la Provincia van con las nacionales o se adelantan?
    hay que efectuar una interna de toda la oposición por Banelco. Un cierto fin de semana se vota a través de un cajero, con un pago de dos dólares por voto como piso, aceptándose mayores contribuciones. Descontados los gastos sería un fondo para el ganador. El que junte más votos es candidato a gobernador, el que junte más Plata, a Vice o candidato a senador.

  2. Jorge José Bacigalupo

    Sr. Mira, un lujo sus Editoriales, de una claridad pristina y por sobre todo al alcance intelectual del argentino medio.-

    Desde Carlos Manuel Acuña, que no he tenido el placer de leer a alguien como ud, hoy, tan solo Joaquin Morales Sola resulta ser el unico periodista que al igual que ud., nos hacen saber, nos muestran que….La unica verdad, es la realidad.-

  3. Juan José Cha

    La lógica electoral es inflexible frente a las ideologías y los personalismos. Y si la lógica electoral se descuida, no se respeta, puede arrasar con los tozudos personalismos. La lógica electoral indica que Milei y Espert deben incorporarse a JxC haciendo, junto a López Murphy, un sector liberal importante. Tan importante como para hacer prevalecer medidas en que los tres están de acuerdo, y que separados no podrían imponer. Así, un triunfo aplastante de la oposición, incluso en PBA, borraría el kirchnerismo del mapa político, despejando a Argentina del riesgo de dejar de ser república, a la vez que posibilitaría iniciar de inmediato las reformas imprescindibles en materias laboral, sindical, fiscal, estatal, monetaria. Si Milei, Espert o ambos, deciden concurrir por separado, perderá el país y ellos. Por otro lado, Milei debe pensar lo siguiente: si por un milagro electoral fuera electo presidente, piensa que podría hacer alguna de las reformas que plantea, sin mayoría propia en el congreso y con una oposición fenomenal en las calles?. Y cuánto cree que duraría en el cargo, cuestionado por la oposición y por los que lo votaron para que hiciera las reformas prometidas, y por el descontento en las calles?

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