Aruba

La suspensión y el juicio político de Freiler

eduardo-freiler-1920-1

La suspensión y la habilitación del juicio político de Eduardo Freiler es una gran noticia en el sentido de desandar el camino minado dejado por el kirchnerismo para que la corrupción y el robo que ellos protagonizaron no pueda ser investigardo.

Recordemos que Freiler es un juez que no ha hecho otra cosa en su vida que trabajar en Tribunales y tiene una por casa una mansión que ningún magistrado honesto podría comprar, se dedica a coleccionar autos clásicos, tiene caballos de carrera, campos en varios lugares diversos de la geografía del país y un patrimonio líquido de millones de pesos que no pudo explicar en la audiencia en la que el kirchnerismo lo salvó de la expulsión

El lugar del Consejo de la Magistratura que permitió su separación del poder judicial era ocupado por el impresentable senador kirtchenrista por San Juan Ruperto Godoy cuya remoción fue ordenada por la Justicia al constatar que no era abogado. Cómo el kirchnerismo con la jefa de esa banda criminal a la cabeza logró incorporarlo sin ese requisito es un misterio que solo la desvergüenza puede explicar.

Godoy no conforme con ser un quinta columna en el Consejo para impedir la investigaciones de los crímenes del Estado kirchnerista, se transformó ayer en un protagonista impensado de la interpelación a la ministra de seguridad Patricia Bullrich a quien acusó de pertenecer a un gobierno que hace desaparecer personas forzadamente como la dictadura.

La ministra lo frenó en seco. Pero ese hecho no invalida el coraje de Godoy para hacer semejante imputación a un gobierno legítimo que entre otras cosas está tratando de investigar las desapariciones ocurridas durante el kirchnerismo, entre otras la de Julio Lopéz y la (directamente física) de Alberto Nisman.

Terminar con “los Freiler” en la Justicia llevara tiempo. El kirchnerismo sembró de “Freilers” el aparato judicial incluída la Procuradoría General. Fue parte de la preparación del terreno de su retirada del gobierno y de su pretensión de no retirarse del poder.

Pero sus fichas comienzan a desmoronarse. También hay que decir que, conociendo la inmoralidad de varios jueces, no sería extraño que, con el resultado de dos elecciones pérdidas consecutivamente por el kirchnerismo, ahora empiecen a condenarlo.

Pero con todo el avance que eso significaría si la vida fuera una foto, no es suficiente cuando comprobamos que, lejos de serlo, la vida es un film.

Esos jueces deberán ser removidos también y reemplazados por gente intachable que no esté vinculada con la política y que contribuya, con su nueva moral, a despolitizar la Justicia de una vez y para siempre.

Que fuera posible alguna vez (y que aún lo sea) que una agrupación al servicio de una persona colonizara los sillones de los jueces (Justicia Legitima) es algo sencillamente inconcebible en una República. Que una agrupación abiertamente partidaria, que no disimula para nada su pertenencia, ocupe los lugares donde se toman las decisiones sobre la vida, la libertad y la fortuna de los argentinos, es un delirio impensable para la Argentina del futuro.

¡Cómo es que fue posible que hayamos llegado a eso?, ¿Qué abiertamente un juez, antes de juzgar, nada, diga “yo tengo la camiseta de ‘este’ equipo puesta” y que no haya pasado nada; que los argentinos lo hayamos aceptado (y aun lo aceptemos con naturalidad)?

Que un juez tenga la camiseta de un color lo invalida ipso facto para ser juez. En la Argentina no solo no ocurrió eso sino que Justicia Legitima se presentó abiertamente, a cara descubierta con un propósito que hizo público.

Solo un país que esté muy dado vuelta de pies a cabeza puede permitir eso. Por eso la suspensión de Freiler es solo el primer paso en el sentido de liberar al poder judicial de tanta podredumbre.

Dios quiera que no sea el último.

>Aruba

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.